Todo estaba listo para que arrancara el festival más impresionante del planeta, pero el fuego se adelantó. A solo dos días del arranque oficial de Tomorrowland 2025, el escenario principal —ese castillo de hielo gigante que parecía sacado de un videojuego de fantasía— se convirtió en una bola de llamas. No fue parte del show. No fue efecto especial. Fue real.
La escenografía principal, inspirada este año en el mundo mágico y congelado de Orbyz, ardió con fuerza y dejó ver que ni los sueños más cool están libres del caos. El fuego arrancó por el lado izquierdo del escenario, pero no tardó en expandirse. Las imágenes fueron brutales: columnas de humo, fuego devorando detalles, y el león gigante —protagonista del concepto visual— derritiéndose entre estructuras de metal chamuscado.
La organización salió a calmar el torbellino. “Nuestro querido Mainstage fue severamente dañado. Podemos confirmar que nadie resultó herido durante el incidente”, dijeron. Y no se detuvieron ahí. DreamVille, el espacio para campamento de los asistentes, abrirá como estaba planeado, al igual que todas las actividades de Global Journey en Bruselas y Amberes. Los planes no se cancelan… aún.
Los fans no tardaron en llenar redes con clips del incendio. Algunos no lo podían creer. Otros ya hacían memes del león en llamas. Pero la mayoría solo quiere saber si la fiesta va o no va. Y sí, por ahora sigue en pie. La organización avisó que está trabajando a toda velocidad para encontrar una solución y prometió más actualizaciones en breve
Orbyz era la gran apuesta visual de esta edición. Una comunidad mística, enterrada por años bajo hielo, con cristales rojos que emiten energía, estaba lista para emerger. La historia sonaba a película épica. Pero ahora, el hielo se derritió de otra forma, y la comunidad mágica tendrá que renacer entre cenizas si quiere brillar.
Los escenarios estaban listos para recibir a monstruos de la electrónica como Martin Garrix, David Guetta, Charlotte de Witte, Solomun, Alok y Eric Prydz. Más de 400 mil personas tenían todo listo para irse de cabeza a esta locura sonora que se repite cada año en Boom, Bélgica.
El Freedom Stage, más pequeño pero igual de intenso, también sigue en pie y podría tomar protagonismo si el Mainstage no resucita a tiempo. Mientras tanto, la cuenta regresiva sigue corriendo y el streaming global también está confirmado. Tomorrowland ya empezó, aunque no como se esperaba. Esta edición ya es histórica… y ni siquiera ha sonado la primera canción.