Trump afianza su política comercial con acuerdos bilaterales que reconfiguran el mapa económico global

Trump afianza su política comercial con acuerdos bilaterales que reconfiguran el mapa económico global

Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha impulsado una estrategia comercial marcada por la presión arancelaria y la renegociación de acuerdos bilaterales. En menos de siete meses, su administración ha firmado siete pactos comerciales con potencias clave como la Unión Europea, China, Reino Unido, Japón y varios países del sudeste asiático, configurando una nueva etapa en la política exterior económica de Estados Unidos.

El acuerdo más reciente y de mayor relevancia se formalizó el pasado 27 de julio con la Unión Europea. Este pacto establece un arancel del 15% para la mayoría de las exportaciones europeas, una reducción significativa respecto al 30% que Trump había amenazado aplicar. Además, la UE se compromete a comprar energía estadounidense por 750 mil millones de dólares, invertir 600 mil millones en territorio norteamericano e incrementar la adquisición de material militar fabricado en Estados Unidos.

Antes de este acuerdo, el 22 de julio se anunciaron dos tratados de características casi idénticas con Filipinas e Indonesia. En ambos casos, Estados Unidos fijó un arancel del 19% a las exportaciones de estos países —una cifra menor al 20% previamente amenazada—, a cambio de la exención total de aranceles para los productos estadounidenses. Indonesia, además, se comprometió a comprar aeronaves, productos agrícolas y energéticos de origen estadounidense.

El 2 de julio, Estados Unidos alcanzó un acuerdo con Vietnam que fijó una tarifa del 20% para sus exportaciones hacia el mercado estadounidense, aunque se contempla una tasa del 40% para productos cuya procedencia china sea sospechosa. Esta medida busca evitar triangulaciones comerciales que evadan las restricciones impuestas a China.

En el caso del gigante asiático, el 26 de junio se anunció un principio de acuerdo que aún se encuentra en proceso de implementación. Aunque se mantienen aranceles elevados, del 55% para ciertos productos, se han eliminado algunas medidas de represalia y facilitado la exportación de tierras raras desde China. También se relajaron los controles para permitir un mayor acceso de productos chinos al mercado de Estados Unidos.

Japón logró pactar un arancel del 15% para todas sus exportaciones a Estados Unidos, en lugar del 25% inicialmente propuesto por Trump. Además, se comprometió a abrir su mercado a productos agrícolas, automóviles, camiones y arroz, así como a invertir 550 mil millones de dólares en Estados Unidos.

El primer acuerdo de esta nueva serie se firmó el 8 de mayo con el Reino Unido. Incluye una reducción de aranceles del 25% al 10% para hasta 100 mil vehículos británicos por año, la eliminación de tarifas para el acero y el aluminio, y beneficios recíprocos para la exportación de carne de res y productos agrícolas. También contempla una simplificación de trámites aduaneros y reducción de barreras no arancelarias.

Estos acuerdos reflejan una estrategia comercial agresiva por parte de la administración Trump, centrada en el uso de amenazas arancelarias como herramienta de negociación, buscando atraer inversiones extranjeras, facilitar exportaciones estadounidenses y posicionar a Estados Unidos como un eje comercial imprescindible.

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