El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para retirar al país del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La medida también incluyó la suspensión de fondos para la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).
Esta decisión se produjo el mismo día en que Trump se reunió en Washington con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien ha criticado durante años a la UNRWA y al Consejo de Derechos Humanos, señalando que estos organismos son parciales en contra de Israel.
Durante el anuncio, Trump declaró que la ONU tiene «un enorme potencial», pero que actualmente no está cumpliendo con su función. «Durante mucho tiempo ha sido ineficaz. Hay grandes esperanzas en ella, pero, para ser honesto, no está bien gestionada», expresó ante la prensa en la Casa Blanca.
La Casa Blanca emitió un comunicado en el que afirmó que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha mostrado un «sesgo constante contra Israel» y ha permitido que países como Irán, China y Cuba utilicen la organización para protegerse de acusaciones sobre violaciones de derechos humanos.
La orden ejecutiva firmada por Trump argumenta que «varios organismos de la ONU han mostrado un profundo sesgo antiestadounidense», por lo que se justifica la salida del Consejo de Derechos Humanos y la suspensión del financiamiento a la UNRWA, la cual proporciona ayuda a más de cinco millones de refugiados palestinos.
Además, la orden instruye al secretario de Estado a realizar un informe sobre organizaciones internacionales, convenciones o tratados que puedan promover «sentimientos radicales o antiestadounidenses». Entre ellas, se menciona a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como una de las instituciones que requieren una «revisión acelerada».
Cabe destacar que durante su presidencia (2017-2021), Trump ya había retirado a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, argumentando razones similares. Sin embargo, tras la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca en enero de 2021, el gobierno estadounidense decidió reincorporarse a dicho organismo, restableciendo su participación y apoyo financiero.
La decisión de Trump de retirarse nuevamente generó reacciones mixtas en la comunidad internacional. Mientras algunos sectores apoyaron la medida, argumentando que el Consejo de Derechos Humanos necesita reformas, otros la criticaron, señalando que el abandono de Estados Unidos debilita el sistema internacional de protección de los derechos humanos.