El Partido de la Revolución Democrática (PRD), antaño una de las principales fuerzas políticas en el Poder Legislativo, enfrenta un día sombrío con la renuncia de tres de sus diputados, reduciendo su representación de 15 a una docena en cuestión de horas.
La deserción inició temprano con la renuncia del coordinador de los diputados, Luis Ángel Espinosa Cházaro, quien abandonó las filas del PRD en protesta por el procesamiento de candidaturas, dejándolo fuera de la contienda. Posteriormente, los legisladores Marcelino Castañeda y Laura Lynn Fernández Piña también decidieron renunciar.
Jesús Zambrano, dirigente del partido, minimizó las dimisiones, atribuyéndolas a la crisis que el PRD arrastra desde hace años. «Quienes se van no representan gran cosa, la verdad», comentó el político sonorense, subrayando que el partido sigue con las mejores candidaturas.
En respuesta, Zambrano refutó las acusaciones de los renunciantes. En particular, defendió la exclusión de Espinosa Cházaro, señalando que ni siquiera figuraba en las encuestas. «Si es congruente, debería renunciar también a la plurinominal por la que llegó por el partido al que ya no quiere», agregó.
Espinosa Cházaro, perteneciente al grupo de Los Chuchos o Nueva Izquierda, acusó a Zambrano de haber «entregado» las postulaciones del partido a los aliados de la Coalición Fuerza y Corazón por México. En una rueda de prensa, expresó su desconcierto ante la falta de consideración hacia aquellos que optaron por quedarse y trabajar por el PRD, afirmando que no renunciaba por no tener una candidatura.
El diputado, ahora independiente, reveló la posible toma de decisiones por parte de otros miembros de la bancada del PRD excluidos de candidaturas o reelecciones, como Marcelino Castañeda, Edna Gisel Díaz Acevedo, Olga Luz Espinosa Morales, Fabiola Rafael Dircio, Estefanía Rodríguez Sarabia, entre otros, quienes podrían seguir sus pasos en el futuro próximo.