Evo Morales y el enigma del «Autogolpe» genera sospechas y confusión a los bolivianos

Evo Morales y el enigma del «Autogolpe» genera sospechas y confusión a los bolivianos

En un escenario político cada vez más convulso, el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, ha alzado su voz con declaraciones que han sacudido el panorama nacional. Morales, líder histórico del Movimiento al Socialismo (MAS), expresó su confusión y sospecha ante lo que denominó un «autogolpe» orquestado por el actual presidente Luis Arce, tras la rebelión del destituido jefe militar Juan José Zuñiga.

En su programa dominical en Radio Kawsachún Coca, Morales afirmó que Arce, conocido como «Lucho», engañó al pueblo boliviano y al mundo entero con lo que inicialmente parecía un intento de golpe de Estado, pero que ahora, a ojos del exmandatario, tiene las características de un autogolpe. «Estoy confundido, parece un autogolpe», expresó Morales, quien se ha distanciado del gobierno de Arce desde hace tiempo.

El episodio en cuestión tuvo lugar cuando Zuñiga, con apoyo de tanques y hombres armados, intentó tomar la sede del Ejecutivo en La Paz, exigiendo cambios en el gabinete y proclamando el restablecimiento de la democracia. Este alzamiento, que inicialmente fue considerado un golpe de Estado, terminó con la captura de Zuñiga, ahora en prisión preventiva por seis meses.

Las declaraciones de Morales han añadido un nuevo nivel de complejidad al ya tenso panorama político boliviano. Según el líder cocalero, los eventos de aquel miércoles, en los que él mismo fue el supuesto blanco de las acciones de Zuñiga, están envueltos en una nube de sospechas. «La movilización militar fue planificada por el presidente para hacerse de prestigio y luego victimizarse con lágrimas de cocodrilo», aseveró Morales, sugiriendo que Arce podría haber utilizado el incidente para reforzar su posición política.

En la misma línea, Morales cuestionó la autenticidad de la llamada de solidaridad que recibió de Arce durante el alzamiento militar, calificándola como «una solidaridad de mentira«. Estas acusaciones apuntan a una ruptura profunda y aparentemente irreparable dentro del oficialismo, exacerbada por una serie de eventos que han llevado a un distanciamiento progresivo entre Morales y Arce.

Las diferencias entre Evo Morales y Luis Arce no son un fenómeno nuevo. Desde finales de 2021, ambos líderes han estado en una lucha constante por el control del MAS, el partido que Morales lideró durante años y con el que Arce llegó a la presidencia. La controversia se intensificó el año pasado con la realización de un congreso nacional del partido, en el que Morales fue ratificado como líder y proclamado «candidato único» para las elecciones de 2025, en ausencia de Arce y sus seguidores.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) posteriormente anuló dicho congreso, instando a ambas facciones a consensuar un nuevo encuentro, algo que hasta el momento no ha sucedido, dejando una grieta significativa en la unidad del partido.

En medio de esta tormenta política, la relación entre Morales y Arce parece deteriorarse cada día más. En una entrevista con EFE, Arce dejó en claro las diferencias con Morales, acusándolo de intentar apropiarse del partido para sus intereses personales y políticos. Además, el presidente aseguró que nunca tuvo una relación cercana con Zuñiga y sugirió que alguien pudo haber manipulado al ex jefe militar.

La situación actual en Bolivia refleja un complejo entramado de poder y lealtades en constante cambio, donde las palabras de Evo Morales añaden un nuevo giro a una narrativa que se desarrolla ante los ojos del mundo. Su afirmación final, en la que pidió disculpas al pueblo boliviano por lo que considera un engaño de Arce, subraya la gravedad del conflicto interno y augura más tensiones en el horizonte político del país andino.

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