El gobierno de Donald Trump ha intensificado su política de reubicación de medios en el Pentágono, duplicando el número de periodistas desalojados de sus espacios de trabajo. La decisión, calificada de “irrazonable” por la Asociación de Prensa del Pentágono, ha sido interpretada como un nuevo acto de hostilidad contra la prensa.
Según un memorando de John Ullyot, asistente interino del secretario de Defensa, Pete Hegseth, medios como CNN, The Washington Post, The Hill y War Zone deberán abandonar sus puestos. En su lugar, se dará acceso a Newsmax, Washington Examiner, Daily Caller y Free Press, conocidos por su afinidad con la administración Trump.
El Pentágono argumentó que este cambio busca dar oportunidad a otros medios de informar desde dentro de sus instalaciones. “Al devolver el espacio de oficina que le ha prestado el secretario, garantizará que otros medios disfruten de la misma oportunidad de cubrir de cerca lo mejor de nuestra nación”, escribió Ullyot.
El acceso directo a los funcionarios es clave para los medios que cubren el gobierno y el ejército. Aunque los afectados aún podrán informar sobre el Pentágono, se les dificultará su labor al no contar con un espacio dentro de las instalaciones. A pesar de esto, CNN y The Washington Post aseguraron que seguirán informando de manera justa e independiente.
Este cambio en la política del Pentágono se suma a otra medida reciente que afectó a NBC News, The New York Times, NPR y Politico, cuyos espacios fueron reasignados a One America News Network, New York Post, Breitbart News y HuffPost. Los medios expulsados son conocidos por sus críticas a Trump, mientras que los nuevos ocupantes han mostrado un tono más favorable en su cobertura.
La Asociación de Prensa del Pentágono expresó su “sorpresa y profunda decepción” por la decisión. En un comunicado, criticó que su oferta de encontrar espacio para todos los medios fuera ignorada y señaló que la falta de espacio no es un problema real dentro del Pentágono.
Muchos medios han invertido en sus espacios para garantizar una cobertura eficiente, incluyendo acceso fiable a Internet y cableado para transmisiones en vivo. Sin embargo, Ullyot desestimó estas preocupaciones, afirmando que la mayoría de los medios que cubren el Pentágono no cuentan con oficinas fijas y logran operar sin problemas.
Con estas medidas, la administración Trump continúa con su estrategia de reconfiguración de la relación entre el gobierno y la prensa, favoreciendo a medios afines y limitando el acceso de aquellos que han sido críticos de su gestión.