Clara Brugada, actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México, reafirmó con firmeza su compromiso con una estrategia de seguridad que considera sólida y efectiva. La declaración surge en un momento complejo: apenas el pasado martes 20 de mayo, un atentado armado terminó con la vida de Ximena Guzmán, su secretaria particular, y José Muñoz, uno de sus asesores cercanos.
Durante una conferencia de prensa, la mandataria capitalina desestimó cualquier posibilidad de amenazas contra ella o su equipo y aseguró que no habrá marcha atrás en sus actividades públicas ni en la política de seguridad implementada por su administración.
«La Ciudad de México va a continuar con esta estrategia sólida en seguridad que ha dado resultados», afirmó, marcando una postura clara frente al crimen que conmocionó a su equipo de trabajo. Dejó claro que el hecho, aunque doloroso, no alterará el rumbo de su gobierno ni las acciones de cercanía ciudadana que ha impulsado desde que asumió el cargo.
El doble homicidio se registró en plena Calzada de Tlalpan, una de las arterias más transitadas de la ciudad. De acuerdo con la información oficial, el agresor escapó en motocicleta y cambió de vehículo en al menos dos ocasiones. Las autoridades señalaron que al menos cuatro personas habrían estado involucradas en la planeación y ejecución del crimen.
Frente a esta situación, Brugada anunció una propuesta de reforma a la Ley de Movilidad, con el objetivo de establecer un mayor control sobre el uso de motocicletas en la capital. La medida busca reducir el uso de estos vehículos como herramienta para cometer delitos y dotar a las autoridades de mejores herramientas para rastrear su circulación.
Con un promedio de 1.8 homicidios diarios en la capital y una reducción acumulada del 49.15% en los asesinatos desde 2019, la jefa de Gobierno sostuvo que la Ciudad de México mantiene una tendencia a la baja en los delitos de alto impacto. Remarcó que el atentado se produjo “en medio de un descenso de los homicidios y de los delitos de alto impacto en la Ciudad de México”.
«Sí (me siento segura), yo voy a continuar, de ninguna manera voy a cambiar mi trabajo y lo que estamos haciendo, no sólo mi persona, sino todo el gobierno de la ciudad», señaló con convicción, dejando claro que ni ella ni su gabinete detendrán el paso frente a la violencia.
Además, minimizó la propuesta del senador estadounidense Marco Rubio, quien ofreció ayuda desde el gobierno norteamericano para esclarecer el crimen. En lugar de considerar una intervención extranjera, Brugada apostó por la continuidad del trabajo coordinado entre autoridades locales y federales.
La Ciudad de México se enfrenta a un momento delicado. Pero desde el gobierno capitalino, la instrucción es clara: no ceder terreno. Clara Brugada insiste en mantener la firmeza, endurecer las medidas donde sea necesario y reforzar la confianza ciudadana con decisiones que buscan no solo reacción, sino prevención.