El gobierno del presidente Donald Trump anunció una nueva medida que ofrece 2,500 dólares a niños migrantes para que regresen voluntariamente a sus países de origen. De acuerdo con información obtenida por The Associated Press, un correo electrónico dirigido a refugios de migrantes detalló que los menores de 14 años en adelante recibirían el pago si aceptaban la oferta, teniendo 24 horas para responder. La medida, confirmada por el Servicio de Migración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), busca incentivar la autodeportación infantil en Estados Unidos.
El aviso enviado a los refugios de la Administración para Familias y Niños, dependiente del Departamento de Salud y Servicios Humanos, no incluyó consecuencias para quienes rechacen el ofrecimiento. A los directores de los albergues se les solicitó que reconocieran la notificación en un plazo máximo de cuatro horas.
En un comunicado, el ICE señaló que esta opción sería inicialmente para jóvenes de 17 años. “El pago para apoyar un regreso a casa se proporcionaría después de que un juez de migración apruebe la solicitud y el individuo llegue a su país de origen”, afirmó la agencia.
“El acceso al apoyo financiero al regresar a casa ayudaría si eligen esa opción”. Hasta ahora, ni el ICE ni los departamentos de Seguridad Nacional y de Salud y Servicios Humanos han precisado la edad exacta y otros requisitos para acceder al pago.
El ICE también desestimó informes que circulaban entre abogados y defensores de migrantes sobre una supuesta operación más amplia para deportar menores que ingresaron al país sin sus padres, conocida internamente como “Freaky Friday”.
Activistas y abogados de migración advirtieron que la considerable suma puede influir en decisiones apresuradas. Melissa Adamson, abogada sénior del Centro Nacional de Derecho Juvenil, subrayó que “para un niño, 2,500 dólares podría ser la mayor cantidad de dinero que haya visto en su vida, y eso podría hacer que sea muy, muy difícil para ellos sopesar con precisión los riesgos a largo plazo de tomar la salida voluntaria frente a intentar quedarse en Estados Unidos y pasar por el proceso judicial de inmigración para obtener el alivio al que podrían tener derecho legalmente”.
Murad Awawdeh, presidente de la Coalición de Migración de Nueva York, advirtió que la medida “presiona a los niños a abandonar sus reclamos legales y regresar a una vida de miedo y peligro sin haber recibido una audiencia justa”.
Desde octubre de 2021, las autoridades fronterizas de Estados Unidos han arrestado a más de 400,000 menores que cruzaron la frontera sin sus padres. La ley de 2008 exige que comparezcan ante un juez de migración antes de ser devueltos a sus países.
En medio de estas políticas, los menores han permanecido más tiempo en refugios administrados por el gobierno. Durante el verano, agentes de inmigración comenzaron a arrestar a padres mientras aumentaba el escrutinio con toma de huellas digitales, pruebas de ADN y visitas domiciliarias. En julio, la duración promedio de la estadía en refugios para personas liberadas en Estados Unidos fue de 171 días, por debajo del pico de 217 días en abril, pero aún muy superior a los 37 días reportados en enero, cuando Trump asumió la presidencia.