Un reciente informe de HR Ratings reveló que durante la primera quincena de marzo de 2024, 396 de los 2,430 municipios analizados experimentaron escasez de agua, lo que representa un alarmante 83.7% del total. Este hallazgo resalta una preocupante tendencia hacia la sequía en el país, subrayando la importancia crítica de la conservación del agua, especialmente al comenzar la temporada de primavera.
El documento titulado «Estrés hídrico y principales causas en México» de HR Ratings destacó una disminución significativa en la disponibilidad de agua en comparación con el año 2016. En aquel entonces, mil 670 municipios contaban con suficiente agua, lo que indica una reducción del 76% en solo unos años.
La calificadora señaló que esta situación ha llevado a 11 entidades federativas a tener el 100% de sus municipios en algún nivel de sequía. Además, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), nueve estados enfrentan sequía excepcional, incluyendo a Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora y Veracruz.
Ante esta crisis, HR Ratings enfatizó la urgente necesidad de implementar soluciones para mitigar los impactos adversos de la sequía en México. Propuso aumentar las inversiones en el sector agropecuario, el mayor consumidor de agua en el país, promoviendo la agricultura sostenible para garantizar la disponibilidad y calidad de los alimentos.
Entre las medidas sugeridas por la calificadora se encuentran el riego por goteo, la agricultura de precisión, la rotación de cultivos, la captación de agua de lluvia y el uso de abonos orgánicos. También destacó la importancia de mejorar la tecnología hidráulica para hacer más eficiente la distribución de agua potable y minimizar las pérdidas.
HR Ratings hizo un llamado a las autoridades y entidades responsables del suministro de agua para invertir en la captación y almacenamiento de agua de lluvia, así como en procesos de desalinización, prácticas fundamentales especialmente durante temporadas de sequía prolongadas debido al cambio climático.
Además, la calificadora resaltó la importancia de llevar a cabo campañas educativas y programas de sensibilización sobre la conservación del agua. Se enfatizó la necesidad de adoptar prácticas responsables entre la población y los sectores público y privado para promover un cambio de actitud hacia el cuidado del agua.
La escasez de este recurso vital no solo afecta financieramente a las industrias y municipios, sino que también representa un riesgo para la salud pública al dificultar la higiene personal y aumentar el riesgo de enfermedades. En este contexto, garantizar el acceso a agua de calidad se convierte en una prioridad indiscutible para el bienestar de la población.