La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha designado al canciller de Surinam, Albert Ramdin, como su nuevo secretario general para el periodo 2025-2030. La elección se llevó a cabo en una Asamblea General Especial, donde fue elegido por aclamación, ya que era el único candidato tras el retiro de Rubén Ramírez Lezcano, canciller de Paraguay.
Este nombramiento marca un hito en la historia de la OEA, pues es la primera vez que un representante de un país caribeño asume el liderazgo del organismo. Ramdin, de 67 años, cuenta con una amplia trayectoria diplomática. Estudió geografía y gestión en la Universidad de Ámsterdam y, en 1997, ingresó a la OEA como representante permanente de Surinam. Más tarde, entre 2005 y 2015, se desempeñó como secretario general adjunto bajo la administración del chileno José Miguel Insulza.
Además de su experiencia en la OEA, Ramdin ha ocupado cargos en organismos internacionales y en el gobierno de Surinam. Fue presidente de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) y lideró el Consejo de Desarrollo y Cooperación Económica de las Naciones Unidas. También trabajó en el sector privado, siendo director de Relaciones Externas de la empresa minera estadounidense Newmont Corporation.
Ramdin asumirá el liderazgo de la OEA el 25 de mayo de 2025, sustituyendo a Luis Almagro. Su gestión enfrentará múltiples desafíos, entre ellos, la estabilidad financiera del organismo y la crisis institucional y democrática en países como Nicaragua, Venezuela y Cuba. Ha manifestado su intención de fortalecer el diálogo y la cooperación entre gobiernos, el sector privado y los sistemas subregionales de integración en América Latina y el Caribe.
En sus primeras declaraciones como secretario general electo, destacó la necesidad de alianzas más fuertes para afrontar los retos del hemisferio. También enfatizó que los gobiernos, por sí solos, no pueden resolver los desafíos actuales, por lo que promoverá una mayor interconexión con el sector privado y otras instituciones internacionales.
El nombramiento de Ramdin representa una apuesta por la experiencia y la diplomacia para liderar la OEA en un contexto complejo. Su trayectoria en el organismo y su conocimiento de la región serán claves para afrontar los retos que definirán su mandato en los próximos cinco años.