Alex Saab: de prisionero en EE.UU. a Ministro de Industria en Venezuela

Alex Saab: de prisionero en EE.UU. a Ministro de Industria en Venezuela

En un giro inesperado en la política venezolana, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, anunció el nombramiento de Alex Saab como nuevo ministro de Industria. Saab, un empresario colombiano que fue liberado de una prisión en Estados Unidos en 2023, asume el cargo en reemplazo de Pedro Tellechea, quien había ocupado el puesto desde agosto pasado.

La designación de Saab no sorprende a los analistas, quienes lo describen como un aliado cercano de Maduro. Durante su carrera, el empresario ha sido una figura clave en el esquema de negocios internacionales del régimen venezolano. Su trayectoria ha estado marcada por controversias, que incluyen su detención en 2020 bajo acusaciones de lavado de dinero por parte de Estados Unidos y su posterior liberación tras un acuerdo que involucró la excarcelación de una veintena de extranjeros y venezolanos en Caracas.

El nombre de Alex Saab ha estado en el centro de atención desde su arresto en Cabo Verde en junio de 2020, a solicitud de las autoridades estadounidenses. Acusado de conspiración para lavar dinero, Saab fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrentaba múltiples cargos que posteriormente fueron desestimados por un tribunal federal. La liberación de Saab fue el resultado de un acuerdo que involucró el perdón presidencial de Joe Biden en diciembre de 2023.

La relación entre Saab y el gobierno venezolano se remonta a 2018, cuando fue designado como enviado especial de Venezuela, con la misión de gestionar negocios internacionales, particularmente con Irán. Desde entonces, su rol ha sido fundamental en el esquema de operaciones financieras del país sudamericano, especialmente en el contexto de las sanciones internacionales impuestas al régimen de Maduro.

Ahora, como ministro de Industria, Saab tendrá bajo su mando no solo la responsabilidad de gestionar el sector industrial del país, sino también el control del denominado Centro de Inversiones Productivas, una entidad clave en los planes económicos de Maduro para atraer inversiones y sortear las restricciones impuestas por la comunidad internacional.

El nombramiento de Saab llega tras la renuncia de Pedro Tellechea, quien había ocupado el cargo de ministro de Industria desde agosto de 2023. Tellechea, que previamente fue ministro de Petróleo y presidente de la estatal petrolera PDVSA, anunció su salida a través de un mensaje en la red social X, explicando que su decisión se debió a problemas de salud.

«Después de una cuidadosa consideración personal y junto a mi grupo familiar, he tomado la difícil decisión de renunciar a mis responsabilidades dentro de esta organización, motivado a problemas de salud que requieren de mi atención inmediata», escribió Tellechea. Sin dar más detalles sobre su condición médica, su salida deja un vacío importante en la estructura del gobierno venezolano, particularmente en un momento en que el país sigue enfrentando grandes desafíos en su sector energético e industrial.

El ascenso de Alex Saab al gabinete ministerial tiene implicaciones profundas tanto a nivel interno como internacional. Por un lado, refuerza la influencia de una figura polémica en el gobierno de Maduro, consolidando la estrategia del régimen de rodearse de individuos que han sido leales y que han demostrado su capacidad para operar en escenarios complejos, especialmente en lo que respecta a las relaciones internacionales bajo sanciones.

Por otro lado, este nombramiento envía un mensaje claro a la comunidad internacional. Saab, quien fue un prisionero en Estados Unidos y es considerado por sus detractores como un símbolo de la corrupción y el crimen financiero en Venezuela, ahora ocupa un puesto clave en el gobierno. Esto podría generar nuevas tensiones diplomáticas y aumentar la presión sobre el régimen de Maduro, que ha enfrentado numerosas sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.

El desafío para Saab es grande. La industria venezolana ha sido duramente golpeada por la crisis económica y las sanciones internacionales. Su capacidad para atraer inversiones y revitalizar el sector será puesta a prueba en un contexto de creciente descontento social y una economía que sigue dependiendo en gran medida de la producción de petróleo, la cual también está en declive.

No obstante, la cercanía de Saab con los círculos de poder en Venezuela y su experiencia en la gestión de relaciones internacionales con países aliados como Irán y Rusia, le otorgan una ventaja estratégica en la búsqueda de soluciones para los problemas económicos del país.

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