El sábado 31 de agosto, el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugurará la segunda etapa del Tren Interurbano México-Toluca, la cual se extenderá hasta la estación de Santa Fe en la Ciudad de México, quedando pendiente su tramo final hasta la terminal de Observatorio.
Este nuevo tramo del tren, conocido como El Insurgente, abarcará desde Santa Fe hasta Zinacantepec y se espera que sea utilizado diariamente por 235 mil personas, quienes podrán viajar entre estos puntos en solo 39 minutos, con una frecuencia de trenes cada 15 minutos.
Los precios del pasaje oscilarán entre los 15 y 90 pesos, dependiendo de la distancia recorrida, y podrán pagarse con la tarjeta de Movilidad Integrada de la CDMX o con boletos con código QR disponibles en las taquillas.
Durante su conferencia matutina del jueves 22 de agosto, el presidente López Obrador destacó que esta segunda etapa abarca cerca de 50 kilómetros y que el tramo final podría estar listo a finales de este año, la obra completa del tren interurbano, que tiene una longitud total de 58 kilómetros, se ha desarrollado en dos fases.
La Ciudad de México fue responsable de 16 kilómetros de obra civil y viaducto, incluyendo las estaciones de Santa Fe y Observatorio, mientras que la Secretaría de Infraestructura gestionó la construcción de los otros 42 kilómetros de obra civil, así como los 58 kilómetros de catenaria y sistemas ferroviarios.
El Insurgente cuenta con siete estaciones en total, cuatro de las cuales ya están en operación en el Estado de México: Zinacantepec, Toluca, Metepec y Lerma; la segunda fase, que comprende el tramo de Lerma a Santa Fe, añade otros 20 kilómetros a la ruta, el tren.
Diseñado para ofrecer un viaje cómodo y seguro, cuenta con 20 trenes eléctricos con capacidad para 718 pasajeros cada uno, equipados con aire acondicionado y sistemas de videovigilancia, además, incorpora un sistema de pilotaje automático de seguridad de nivel dos, que asegura un frenado seguro incluso en pendientes pronunciadas.
Uno de los aspectos técnicos más destacados de esta etapa es la construcción de un bitúnel de cinco kilómetros que atraviesa el Cerro de Las Cruces, así como varios viaductos. Se estima que este tren beneficiará a más de cinco millones de personas en municipios del Estado de México y en las alcaldías Cuajimalpa y Álvaro Obregón de la CDMX.