Las devastadoras lluvias y vientos del huracán Otis, de categoría 5, provocaron estragos en Acapulco, causando daños significativos en edificios, hoteles, viviendas y negocios locales. Además, se registraron colapsos de antenas, postes eléctricos, árboles y deslaves en carreteras federales y la Autopista del Sol, que, aunque reabrió parcialmente, aún presenta obstrucciones.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que más de 504 mil usuarios quedaron sin electricidad, la mayoría en Acapulco, y hasta la noche, se había restablecido el servicio para el 40% de los afectados.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, llegó a Acapulco después de un arduo viaje de diez horas por carretera, que incluyó caminar un tramo debido a la obstrucción de las vías. Su visita tenía como objetivo liderar la evaluación de las afectaciones en la zona, aunque esta resulta complicada debido al colapso de los servicios de comunicación, lo que dificulta la obtención de un panorama completo de los daños.
El impacto del huracán obligó a las aerolíneas a cancelar vuelos tanto desde como hacia el puerto de Acapulco, afectando los planes de viajeros y turistas. Además, las empresas camioneras suspendieron sus corridas, lo que complica aún más el transporte en la región.
En medio de la crisis, se reportaron actos de rapiña en algunas zonas, con tiendas, supermercados y farmacias siendo víctimas de saqueos por parte de individuos oportunistas.
El huracán Otis dejó una marca en la ciudad, y las autoridades continúan trabajando para evaluar los daños y brindar asistencia a los afectados.