El Día Cero, la fecha en la que el agua será insuficiente para la Zona Metropolitana del Valle de México, se ha postergado gracias al inicio de la temporada de lluvias y las reducciones de caudal implementadas por las autoridades. A pesar de las intensas lluvias recientes en el Estado de México y la Ciudad de México, los niveles de las presas del Cutzamala no han mostrado una recuperación significativa.
Inicialmente, el Día Cero para el Sistema Cutzamala se proyectaba para el 26 de junio, según el Organismo de Cuenca Aguas del Valle de México (OCAVM). Se anticipaba que esta crisis podría extenderse hasta septiembre, a la espera de que las lluvias recuperen las reservas de agua. Sin embargo, la ONU y la red AgUAM de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) predicen que para 2028, la Ciudad de México podría enfrentar un Día Cero permanente.
El Sistema Cutzamala es crucial para el abastecimiento de agua potable en el Valle de México, aportando el 26% del suministro total. Este sistema se nutre de varias presas en Michoacán y el Estado de México, incluyendo Tuxpan, El Bosque, Colorines, Ixtapan del Oro, Villa Victoria, Valle de Bravo y Chilesdo. El resto del agua proviene del Sistema Lerma, pozos y manantiales.
De acuerdo con la OCAVM, el almacenamiento en las presas principales del Cutzamala (Villa Victoria, Valle de Bravo y El Bosque) se encuentra en un 26.23% al 25 de junio, una disminución respecto al 39.53% registrado en enero de 2024. Aunque ha habido lluvias moderadas a fuertes, el almacenamiento no ha aumentado significativamente. Por ejemplo, la presa Villa Victoria disminuyó de 22.89% a 22.49% entre el 20 y el 25 de junio, y la presa Valle de Bravo se ha mantenido estable en 26.53% desde el 19 de junio. La presa El Bosque registró un ligero aumento de 28.08% al 29.10% en el mismo período.
La Conagua anunció recientemente un ajuste en el caudal del Sistema Cutzamala para asegurar el suministro continuo. A partir del 22 de junio, el flujo se reducirá de 7.9 a 6.1 metros cúbicos por segundo.
Aunque el Día Cero se ha pospuesto, la situación sigue siendo crítica, y la administración del agua en el Valle de México enfrenta grandes desafíos para evitar una crisis mayor en el futuro.