El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, ha expresado fuertes críticas hacia la Unión Europea por lo que considera una «excesiva regulación» de la inteligencia artificial (IA). Según Vance, estas restricciones podrían amenazar la evolución de una industria con el potencial de transformar diversos sectores de la sociedad. Además, advirtió sobre el peligro de convertir la IA en una herramienta de «censura autoritaria».
Las declaraciones del funcionario estadounidense reflejan una creciente diferencia en la manera en que distintas regiones del mundo abordan la regulación de la IA. Mientras Europa ha avanzado con su Ley de Inteligencia Artificial, estableciendo un marco normativo detallado, Estados Unidos mantiene un enfoque más flexible, buscando fomentar la innovación y la competitividad en este ámbito.
En una reciente cumbre en Francia sobre «Inteligencia Artificial inclusiva y sostenible», Estados Unidos y Gran Bretaña optaron por no firmar la declaración final del evento. Aunque no se dieron razones oficiales para esta decisión, el contexto sugiere una discrepancia con las políticas europeas sobre la materia. La IA se ha convertido en un campo de competencia geopolítica, con las principales potencias buscando consolidar su liderazgo tecnológico.
Vance resaltó los obstáculos que representa la normativa europea, como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), el cual, según él, impone altos costos legales a las empresas más pequeñas. También hizo hincapié en la diferencia entre garantizar la seguridad en internet y restringir el acceso a contenidos considerados «desinformación» por los gobiernos.
Otro punto de tensión en el debate es el avance de China en inteligencia artificial. Aunque Vance no mencionó específicamente a la empresa china DeepSeek, sí aludió a tecnologías fuertemente subvencionadas por regímenes autoritarios. Advirtió sobre el riesgo de depender de estas soluciones tecnológicas, ya que podrían representar un peligro para la infraestructura informativa de las naciones que las adopten.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, respondió a estas preocupaciones asegurando que la regulación es fundamental para generar confianza en la inteligencia artificial, aunque se mostró abierto a reducir la burocracia. En una línea similar, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, indicó que la UE planea simplificar procedimientos y aumentar la inversión en IA.
El debate en torno a la inteligencia artificial sigue evolucionando. Mientras que Estados Unidos prioriza la innovación acelerada y la competitividad, la Unión Europea apuesta por un marco regulador que garantice la seguridad y la transparencia. La ausencia de Estados Unidos y el Reino Unido en la firma de la declaración final de la cumbre en Francia refuerza la percepción de que existen dos enfoques divergentes sobre el futuro de la IA en el mundo.