El gobierno de Estados Unidos cumple 40 días en parálisis, mientras el Senado sigue sin lograr un acuerdo que permita su reapertura. En una sesión extraordinaria este sábado, los legisladores de ambos partidos regresaron a la Cámara Alta con la intención de desbloquear la situación, pero las profundas divisiones políticas impidieron cualquier avance. El cierre, que ya es el más largo en la historia del país, mantiene en pausa miles de funciones federales y ha puesto en evidencia el choque entre demócratas y republicanos por el sistema sanitario conocido como Obamacare.
Desde el arranque del bloqueo, los senadores han intentado sin éxito encontrar un punto medio. Los demócratas respaldan la propuesta presentada por el líder de su bancada, Chuck Schumer, que plantea reabrir el gobierno a cambio de extender un año más los subsidios de Obamacare, un programa que brinda cobertura médica a millones de ciudadanos. En contraste, los republicanos, encabezados por el líder de la mayoría John Thune, consideran esa iniciativa inviable y apuestan por un plan provisional propio, similar al que la Cámara de Representantes ha enviado sin éxito al Senado en 15 ocasiones.
El presidente Donald Trump ha reforzado la postura republicana al insistir en redirigir los fondos del programa sanitario directamente a los ciudadanos, para que sean ellos quienes elijan su seguro médico. Esa idea ha marcado la línea de negociación de su partido, reduciendo el margen para un acuerdo intermedio. Mientras tanto, las conversaciones privadas entre representantes de ambas fuerzas políticas tampoco han rendido resultados concretos, según medios estadounidenses.
De acuerdo con reportes de CNN, los republicanos buscan aprobar un paquete de financiamiento temporal hasta finales del año, acompañado de una “prórroga limpia” que mantenga sin modificaciones los términos de la ley vigente. Sin embargo, esta alternativa también enfrenta resistencia demócrata, que reclama garantías sobre la continuidad de los subsidios médicos antes de aprobar cualquier presupuesto.
La sesión de este sábado se prolongó por cinco horas sin llegar a una votación definitiva. El líder republicano anunció que no se dará por concluido el debate hasta lograr reabrir el gobierno, aunque por ahora la sesión fue pospuesta para este domingo a la 1:30 de la tarde, hora local. El contexto añade presión al Congreso, ya que el martes próximo se conmemora el Día de los Veteranos, un feriado nacional que reducirá los días laborales de la próxima semana.
Este es el primer fin de semana desde el 1 de octubre —cuando comenzó el cierre— en que los senadores permanecen en sesión. Mientras tanto, el país sigue a la espera de una resolución que permita reactivar sus servicios federales y poner fin a la parálisis política más prolongada en la historia estadounidense.