La tragedia en Iztapalapa continúa cobrando víctimas. La Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México informó que asciende a 10 el número de personas fallecidas tras la explosión de una pipa de gas ocurrida el pasado miércoles en el puente de la Concordia. El siniestro, que conmocionó a la capital, mantiene además a 54 personas hospitalizadas, mientras que otras 22 ya han sido dadas de alta.
Las autoridades capitalinas evitaron dar a conocer la identidad de la última víctima mortal registrada. La decisión se tomó luego de que la Secretaría de Salud local cometiera un error al incluir en la lista de fallecidos a la señora Alicia Matías, mujer que se volvió símbolo de este hecho al proteger con su propio cuerpo a su nieta de dos años durante el incendio. El caso de Matías generó confusión y obligó a la dependencia a rectificar la información.
Pese a la promesa de que se ofrecería un informe actualizado cada ocho horas sobre el estado de los afectados, el gobierno capitalino únicamente ha realizado una conferencia en las últimas 24 horas. La jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha mantenido visitas constantes a los hospitales donde permanecen internados los heridos. Este viernes acudió al Hospital Rubén Leñero y al Hospital Magdalena de las Salinas para supervisar personalmente la atención médica a las víctimas.
La Secretaría de Salud difundió la lista de los 10 fallecidos confirmados. Entre ellos se encuentra Ana Daniela Barragán, cuya familia la buscó durante dos días antes de conocer oficialmente su deceso. También figuran los nombres de Irving Uriel Carrillo Reyes, Eduardo Noé García Morales y José Armando Antillón.
Otro de los fallecidos fue identificado como Jorge Islas Flores, trabajador de apoyo y asistencia a la educación en el Cecyt 7 del Instituto Politécnico Nacional, plantel Cuauhtémoc. El propio IPN confirmó su muerte y expresó condolencias a la comunidad educativa. En redes sociales, amigos lo recordaron como un apasionado artista plástico que disfrutaba de la pintura.
Mientras tanto, las labores médicas continúan en los diferentes hospitales de la ciudad para atender a las decenas de heridos que aún luchan por recuperarse. La magnitud de la explosión ha dejado una profunda huella en la capital, donde los familiares de las víctimas y de los sobrevivientes permanecen a la espera de información oficial que dé certeza sobre el estado de sus seres queridos.