Horas antes de las negociaciones previstas entre Israel y el grupo islamista Hamás, las familias de los rehenes retenidos en la Franja de Gaza enviaron una carta al Comité Noruego del Nobel solicitando que se conceda el Premio Nobel de la Paz al presidente estadounidense Donald Trump, reconociendo sus contribuciones para poner fin a conflictos internacionales.
En la misiva, las familias describen que “tras casi dos años de sufrimiento, hemos llegado a un punto de inflexión crucial” y destacan que “la determinación del presidente Trump de lograr la paz hizo posible lo que muchos consideraban imposible”. Señalan que “ningún líder ni organización ha contribuido más a la paz mundial que el presidente Trump. Mientras muchos han hablado con elocuencia sobre la paz, él la ha logrado, mientras otros han hecho promesas vacías, él ha conseguido resultados tangibles que han salvado innumerables vidas”.
El documento enfatiza además que Trump “no se ha limitado a hablar de paz: la ha hecho realidad”. Esta petición surge en medio de un contexto marcado por tensiones y expectativas sobre las negociaciones entre Hamás e Israel, que se celebrarán en Egipto para discutir la más reciente propuesta de alto el fuego impulsada por el presidente.
El plan propuesto por Trump, conformado por 20 puntos, contempla el cese inmediato de las hostilidades en Gaza, la liberación de los rehenes —vivos y fallecidos— retenidos por Hamás y la creación de un gobierno de transición para Gaza supervisado por Washington y el ex primer ministro británico Tony Blair.
Donald Trump ha manifestado de manera reiterada su interés por recibir el Premio Nobel de la Paz. El pasado 4 de febrero declaró que, aunque se considera merecedor de este reconocimiento por su participación en conflictos como los de Israel con Irán y Rusia con Ucrania, “nunca se lo darían”. Cabe mencionar que durante su primer mandato presidencial (2017-2021) ya estuvo propuesto para recibirlo.
La solicitud de las familias de los rehenes introduce un nuevo elemento en el escenario internacional previo a las negociaciones en Egipto y refuerza la relevancia del plan planteado por Trump como vía para detener la violencia y liberar a las personas en cautiverio.