La lucha contra el narcotráfico ha mostrado resultados contundentes: los cárteles mexicanos están debilitándose financieramente debido a las crecientes incautaciones de drogas, especialmente de fentanilo. Así lo afirmó Ronald Johnson, representante de Unidos en México, al destacar los logros de la cooperación entre autoridades mexicanas y estadounidenses.
A través de un mensaje publicado en la red social X, Johnson aseguró que “los cárteles se están yendo a la quiebra”, y atribuyó este avance a una frontera más segura y a las estrategias coordinadas entre ambos gobiernos. Respaldó también declaraciones de Tomas Homan, conocido como el «zar de la frontera», quien recientemente afirmó que las incautaciones de fentanilo han disminuido más del 50%.
El representante subrayó que las acciones implementadas por México han sido clave. Desde el inicio del gobierno de Claudia Sheinbaum, el pasado 1 de octubre de 2024, las fuerzas de seguridad han intensificado los operativos contra el crimen organizado. En menos de un año, más de 26 mil personas han sido detenidas por delitos de alto impacto, y se han decomisado 204.5 toneladas de drogas, entre ellas 1.5 toneladas de fentanilo y más de 3.5 millones de pastillas de este opioide sintético.
Ronald Johnson señaló que este escenario positivo es producto de una creciente colaboración binacional bajo el liderazgo del presidente estadounidense Donald Trump y la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum.“Ambos países son más seguros gracias a esta colaboración”, aseguró.
Uno de los golpes más recientes al narcotráfico ocurrió el 24 de julio, cuando las Fuerzas Armadas mexicanas desmantelaron dos laboratorios clandestinos en Culiacán, Sinaloa. En esa operación se incautaron cerca de 4.9 toneladas de metanfetamina, debilitando aún más la estructura operativa del crimen organizado en la región.
El impacto económico que estas acciones han generado en las organizaciones criminales refuerza la percepción de que su margen de maniobra se está reduciendo. La presión sostenida en ambos lados de la frontera representa un paso firme hacia una región con mayores niveles de seguridad y control sobre el tráfico de drogas sintéticas.