Aunque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) operará las plantas compradas a Iberdrola, la propiedad de éstas se mantiene en manos de privados, por lo que no se trata de una nacionalización de la industria como lo señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador, de acuerdo a información emitida por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que además informó legalmente la propiedad de las centrales y la gestión del fideicomiso de estas plantas será privada, ajena al Gobierno Federal y a la CFE.
La venta de las plantas de Iberdrola fue a un fideicomiso privado con participación mayoritaria del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) y otras instituciones públicas mexicanas, gestionado por Mexico Infrastructure Partners (MIP), aseguró el IMCO.
Hasta el momento se desconoce a cuánto asciende la participación de las entidades públicas, así como la composición del capital del fideicomiso que gestionará estas centrales.
El gobierno de AMLO ha dicho que con la adquisición de las plantas de Iberdrola, el porcentaje de generación eléctrica bajo control de la CFE se incrementará de 39.6% a 55.5%.
Para el centro de investigación es necesario cuestionar la conveniencia de asignar recursos para adquirir centrales eléctricas mayoritariamente ancladas en combustibles fósiles a costa de inversiones que aceleren la transición energética en el país.
Mientras que para Iberdrola, esta transacción se da en un contexto que busca reducir gradualmente la huella de carbono en su matriz de generación eléctrica y centrar sus inversiones en tecnologías bajas en emisiones, consideró el organismo.
(Información de Forbes)