Las calles del centro de Los Ángeles se convirtieron en el epicentro de una protesta multitudinaria marcada por mensajes claros, diversidad cultural y un rechazo contundente a los recientes operativos migratorios encabezados por el gobierno federal. La movilización congregó a cientos de personas, incluidas familias completas, en respuesta a las acciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y al despliegue de la Guardia Nacional en el condado.
Desde temprano, manifestantes comenzaron a concentrarse frente al Ayuntamiento angelino, donde elementos militares custodiaban el edificio federal que alberga una cárcel del ICE. Entre consignas como “qué vergüenza” y pancartas con mensajes de apoyo a la comunidad migrante, la protesta tomó fuerza y visibilidad.
Las manifestaciones fueron catalogadas por el Departamento de Policía de Los Ángeles como una “asamblea ilegal”, lo que derivó en el uso de gases lacrimógenos y en la dispersión forzada de los asistentes. Ante el avance policial, los manifestantes se desplazaron hacia la Autopista 101, donde bloquearon el tráfico durante varias horas.
La terapeuta Isabella García, quien participó con un grupo de amigos, expresó que el enojo colectivo estaba centrado en la militarización de la ciudad y la afectación directa a las familias trabajadoras. “Queremos decirle a Trump que aquí no vamos a tolerar que venga a destruir a las familias”, dijo. Portaba un cartel con el mensaje: “Mi papá trabaja más que tú, presidente”.
Los participantes ondearon banderas de distintos países, incluida la estadounidense, para enfatizar la diversidad de una comunidad que representa a uno de los condados más poblados del país. Se estima que cerca de un millón de sus habitantes no cuentan con documentos migratorios, muchos de ellos dedicados a actividades esenciales para la economía local.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, aseguró que defenderá a los angelinos. “Los Ángeles siempre apoyará a todos los que consideran nuestra ciudad su ‘hogar’”, declaró. El gobernador Gavin Newsom también se pronunció, instando a mantener la protesta pacífica y no caer en provocaciones: “No le den a Trump lo que quiere”, publicó en redes sociales. Mientras tanto, el clima de tensión política continúa, con una comunidad decidida a no guardar silencio.