Alrededor de 300 migrantes emprendieron su marcha desde Mapastepec hacia Pijijiapan en un intento por seguir su trayecto hacia la frontera con Estados Unidos, tras la disolución de la caravana “Éxodo de la Pobreza” el pasado martes.
El Instituto Nacional de Migración (INM) había acordado entregarles documentos para regularizar su situación, pero los migrantes alegan que el INM no cumplió con lo pactado.
Este contingente está compuesto por migrantes individuales que no fueron trasladados en autobuses a estaciones migratorias y albergues del DIF, como se hizo con familias y grupos vulnerables, luego de la disolución de la caravana.
El grupo sorteó dos puntos de inspección migratorios y militares sin contratiempos. Después de pasar cuatro días en Mapastepec tras la disolución de la caravana, enfrentaron al menos dos intentos de la Guardia Nacional, el Ejército y el INM para detenerlos, pero lograron escapar y reagruparse.
El Centro de Dignificación Humana AC denunció la desaparición de al menos 12 migrantes tras ser trasladados por el INM desde el campamento de Mapastepec a estaciones de la dependencia y albergues del DIF. Además, informó que 68 cubanos están incomunicados desde el miércoles después de ser llevados en autobuses al Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo en Huixtla, donde se encuentra un refugio del DIF.
La organización señaló que durante los traslados se produjo la separación de familias y que a las personas les quitaron teléfonos celulares y documentos de identidad, generando temor e incertidumbre.
El Centro reiteró su llamado al gobierno federal para que no revictimice a esta población vulnerable y urgía a atender las necesidades de regularización para que puedan continuar su viaje hacia otras partes del país o incluso hacia Estados Unidos.