La NASA lanzó con éxito la sonda Europa Clipper este lunes a las 12:06 p.m. ET, a bordo de un cohete Falcon Heavy de SpaceX, desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. Esta misión busca investigar el océano subterráneo que se encuentra bajo la capa de hielo de la luna Europa, de Júpiter, considerado por la comunidad científica como uno de los entornos más propicios en el sistema solar para encontrar condiciones favorables para la vida.
El lanzamiento, que inicialmente estaba programado para el 10 de octubre, fue postergado debido al paso del huracán Milton. Tras evaluar las instalaciones, el equipo decidió proceder con la misión, y la sonda regresó a la plataforma para iniciar su viaje hacia el planeta gigante.
Se estima que Europa Clipper tardará unos cinco años y medio en llegar a su destino, utilizando la gravedad de Marte y la Tierra para impulsarse y alcanzar Júpiter en 2030. Una vez allí, la sonda entrará en órbita y realizará 49 sobrevuelos cercanos a la luna Europa, pasando a tan solo 25 kilómetros de su superficie.
Aunque no está diseñada para detectar vida directamente, la misión se enfocará en buscar compuestos orgánicos y otros elementos esenciales para el desarrollo de la vida. La sonda está equipada con nueve instrumentos científicos que analizarán la composición del hielo y buscarán señales de condiciones habitables. Gina DiBraccio, de la NASA, comentó que “los mundos oceánicos como Europa no solo podrían ser habitables, sino que podrían serlo en la actualidad”.
Con un costo total de 5,200 millones de dólares, la misión Europa Clipper enfrentó varios retos antes de su despegue, siendo uno de los más críticos la radiación extrema de Júpiter. La sonda deberá soportar niveles de radiación equivalentes a varios millones de radiografías durante cada uno de sus sobrevuelos. Tras un análisis exhaustivo, los ingenieros determinaron que la misión podría proceder sin modificaciones, a pesar de que se detectaron vulnerabilidades en los transistores de la sonda a principios de año.
Para proteger sus instrumentos, Europa Clipper cuenta con un compartimiento blindado hecho de zinc y aluminio, y está equipada con un radar capaz de penetrar la capa de hielo de Europa, que se estima tiene entre 15 y 24 kilómetros de grosor, para explorar el océano que se encuentra debajo, cuya profundidad podría llegar a los 120 kilómetros.
En caso de que la misión confirme la existencia de condiciones favorables para la vida en Europa, podría abrirse la puerta a investigaciones similares en otras lunas con océanos subterráneos, como Encelado, de Saturno, que también posee un océano oculto y géiseres.
La misión de Europa Clipper se extenderá hasta 2034, y los científicos esperan que sus resultados motiven nuevas expediciones en la búsqueda de vida fuera de la Tierra.