Nominación de Hegseth bajo escrutinio, acusaciones, extorsión; el Pentágono en la mira

Nominación de Hegseth bajo escrutinio, acusaciones, extorsión; el Pentágono en la mira

La nominación de Pete Hegseth como secretario de Defensa en el gobierno de Donald Trump ha desatado una tormenta política y mediática. El destacado comentarista de Fox News y veterano militar enfrenta cuestionamientos tras revelarse que en 2017 realizó un pago confidencial para evitar una demanda por agresión sexual, según información proporcionada por su abogado, Tim Parlatore.

El incidente que puso a Hegseth bajo los reflectores ocurrió el 7 de octubre de 2017, en Monterey, California, durante una cena de la Federación de Mujeres Republicanas de California. Aunque no se presentaron cargos penales, la mujer que lo acusó, cuya identidad permanece protegida, reportó lesiones físicas consistentes con un encuentro no consensuado.

Parlatore describió el pago como una medida preventiva para evitar que la acusación derivara en una demanda que podría haber puesto en peligro la carrera de Hegseth en Fox News. Según el abogado, el encuentro fue consensuado y calificó la situación como un caso de «chantaje». Sin embargo, las afirmaciones de la defensa contrastan con el memorando enviado recientemente al equipo de transición de Trump por una amiga de la denunciante, que detalla las acusaciones de agresión sexual. “No había evidencia suficiente para presentar cargos penales, pero esto no implica que no existiera conducta indebida”, comentó un analista legal no relacionado con el caso.

Hegseth, de 44 años, ha enfrentado una vida personal marcada por controversias. Al momento de las acusaciones, atravesaba un divorcio de su segunda esposa, quien lo acusó de infidelidad. Su primer matrimonio también terminó bajo circunstancias similares, lo que ha llevado a críticos a cuestionar su idoneidad para un puesto de alta responsabilidad.

El equipo de transición de Trump ha respaldado a Hegseth, destacando su experiencia y calificándolo como un candidato “de alto calibre”. Sin embargo, organizaciones de derechos de las mujeres y analistas políticos han señalado que el escándalo podría socavar la confianza en su liderazgo y en la administración entrante.

Esta controversia plantea preguntas incómodas sobre los estándares éticos en las nominaciones de alto nivel. Aunque no se han presentado cargos, la falta de transparencia en el manejo del caso y el pago confidencial generan sospechas sobre la conducta de Hegseth y la disposición de la administración Trump para ignorar posibles señales de alarma.

El Senado deberá decidir si confirma a un candidato con un historial complicado o si considera que este episodio, junto con otros en su vida personal, es incompatible con los valores que un secretario de Defensa debe representar.

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