Perros de la UNAM, héroes entrenados para salvar vidas en desastres

Perros de la UNAM, héroes entrenados para salvar vidas en desastres

En la Unidad Canina de Búsqueda y Rescate de Personas de la UNAM, perros como Ombra se preparan intensamente para localizar a personas atrapadas bajo escombros tras un desastre. Este equipo canino entrena en un simulador de estructuras colapsadas, único en América Latina, ubicado en Ciudad Universitaria. Ombra, una perra de rescate, ha demostrado ser constante, fuerte y enfocada, lista para actuar en emergencias, según su dueño Paolo Malfitano.

La unidad K9 de la UNAM cuenta actualmente con 28 binomios caninos que se preparan para intervenir en situaciones de emergencia. Ragnar, un pastor belga malinois, y Sally, una pastor alemán, también entrenan en la búsqueda de personas y la obediencia. Tras el devastador terremoto de 1985, la UNAM formó esta unidad canina ante la falta de perros especializados en México para situaciones de rescate.

Los perros de la UNAM han participado en misiones de rescate internacionales, como en Japón en 2011 tras el terremoto y tsunami. En México, fueron cruciales durante el sismo de septiembre de 2017, así como en desastres como la explosión del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa y el deslave en el Cerro del Chiquihuite. Además, la unidad ha colaborado con otras instituciones como la Guardia Nacional, la Secretaría de Marina y la Cruz Roja Mexicana.

El coordinador de la Unidad Canina, Julio Alejandro Velázquez Rodríguez, explicó que el entrenamiento de estos perros es riguroso y enfocado en desarrollar habilidades como el uso del olfato y la navegación entre escombros. Ombra, por ejemplo, entrena en túneles diseñados específicamente para estos rescates. Una vez que detecta a una persona, ladra de manera constante, señalando su ubicación a su guía.

Además de Ombra, la unidad cuenta con otros héroes caninos como Hueso, un perro rescatado de las calles que ahora es un destacado miembro del equipo, y Gala, una veterana de 13 años. Estos perros entrenan durante dos años para obtener la certificación de la Organización Internacional de Perros de Rescate (IRO) y así poder operar en misiones de rescate y salvar vidas.

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