La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, provocó una intensa controversia este fin de semana tras sus declaraciones durante la visita oficial de la presidenta Claudia Sheinbaum al estado. El comentario realizado en el marco de la inauguración del Centro Libre de Violencia en Calakmul fue calificado como racista y discriminatorio por organizaciones civiles.
En el acto, Sansores inició su intervención con elogios hacia Sheinbaum y reflexiones sobre la lucha de las mujeres. Sin embargo, su discurso se tornó polémico cuando afirmó: “Ser mujer, ser indígena y ser pobre es lo peor que te puede pasar en la vida”. La frase generó de inmediato reacciones de rechazo por su carga de estigmatización hacia sectores históricamente vulnerados.
Pese a la declaración, la gobernadora no profundizó en el tema y continuó resaltando el trabajo de la presidenta y de la Secretaría de las Mujeres. Agregó que “más duro que estos caminos de la pobreza a veces es romper los caminos del silencio que te llevan a decir y abrir la boca para expresar qué es lo que sientes”.
La Red de Abogadas Indígenas fue una de las primeras organizaciones en pronunciarse públicamente. A través de un comunicado, exigieron que Sansores ofrezca una disculpa pública y que además participe en cursos de sensibilización en materia de racismo, derechos humanos y perspectiva de género. El colectivo advirtió que comentarios de este tipo reproducen visiones discriminatorias hacia las comunidades originarias y refuerzan estereotipos que las vinculan exclusivamente con marginación.
“Ser pobre es el resultado de la construcción de un Estado gobernado por un poder y un pensamiento ‘blanqueado’, ‘criollo’, para el que el indígena es sinónimo de atraso y pobreza”, apuntó la organización, al subrayar que los pueblos indígenas enfrentan condiciones adversas no por identidad, sino por desigualdades estructurales históricamente impuestas.
El evento en Calakmul tenía como objetivo destacar los avances en materia de atención y prevención de la violencia de género con la apertura del nuevo Centro Libre de Violencia. No obstante, el mensaje de la gobernadora desplazó el foco de la actividad hacia el debate público en torno al racismo y la forma en que las autoridades se expresan sobre los grupos vulnerables.
Hasta el momento, Sansores no ha emitido una disculpa o aclaración oficial sobre sus declaraciones, mientras que diversas voces del ámbito social y académico han insistido en la necesidad de un discurso más respetuoso, incluyente y sensible a la realidad de las mujeres indígenas del país.
La polémica se suma a la agenda nacional sobre la igualdad de género y los derechos de los pueblos originarios, en un contexto donde las expresiones de autoridades públicas cobran especial relevancia en la construcción de políticas con enfoque de justicia social.