El Centro de Desarrollo Infantil (Cendi) ubicado dentro de la Cámara de Diputados suspendió sus actividades presenciales a partir del 12 de noviembre debido al inicio de obras de remodelación, situación que trasladó a un formato remoto la atención de niñas y niños de entre 45 días de nacidos y 5 años. La medida, aplicada de manera inmediata, generó preocupación entre madres, padres y tutores que dependen del servicio en horario laboral.
El anuncio fue realizado mediante un oficio fechado el 10 de noviembre y firmado por Joaquín Moctezuma Andrade, director de Relaciones Laborales y Servicios al Personal. En el documento, se notificó que el cierre del espacio sería temporal y que las actividades continuarían a distancia mientras se desarrollan los trabajos. Sin embargo, no se estableció una fecha definida para la reanudación de las clases presenciales.
El Cendi atiende actualmente a 114 menores, quienes ingresan entre las 8:30 y las 9:15 de la mañana y salen entre las 2:00 y las 4:00 de la tarde. Ante la suspensión, el oficio detalló que “durante este periodo, las actividades educativas se desarrollarán en modalidad a distancia, con el fin de garantizar la continuidad del proceso de aprendizaje y la atención integral de los niños y niñas”. También aclaró que “las madres, padres o tutores que no cuenten con los medios para conectarse en línea, recibirán las actividades y materiales correspondientes por medio de WhatsApp”.
Moctezuma Andrade expresó además su agradecimiento por la comprensión del personal y las familias, afirmando que el objetivo es “asegurar que esta transición temporal se realice de manera ordenada, en beneficio de nuestra comunidad educativa”. No obstante, la decisión provocó el reclamo inmediato de varios padres que señalaron que no cuentan con una persona que pueda cuidar a los menores durante su jornada laboral.
Horas antes del cierre del recinto legislativo debido al plantón de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), se registró un incidente en el área conocida como el chacalódromo, donde personal de seguridad pidió a padres retirar a dos menores que jugaban en la zona al advertirles que, “porque por seguridad, no pueden estar aquí”.
El cambio a modalidad remota no es nuevo para este centro educativo. El 22 de octubre, la subdirectora del Cendi, Roxana Daniela Negrete Padilla, aplicó una medida similar tras un brote del virus conocido como pie-mano-boca. Un padre explicó que “ese oficio del 22 de octubre, fue cuando suspendieron las clases por el contagio de pie mano y regresaron el lunes 10 de noviembre; dos días de clases y vuelven a suspender las clases hasta nuevo aviso que será en enero o marzo”.
El tema llegó a tribuna el 12 de noviembre, cuando el diputado de Movimiento Ciudadano, Gibrán Ramírez, solicitó al líder de la mayoría, Ricardo Monreal, una respuesta institucional ante la incertidumbre. Durante su intervención, señaló que existe inquietud respecto a “con quién se van a quedar los niños en lo que termina este periodo de trabajo y hasta que lleguen las vacaciones”, y pidió que la Cámara “ponga el ejemplo en esta agenda de cuidados desde lo que pasa al interior”.
Las autoridades del Cendi se comprometieron a ofrecer una solución alternativa a la brevedad, como la habilitación de otro centro educativo provisional. Sin embargo, hasta ahora, únicamente se ha confirmado la continuidad de las clases remotas y el envío de materiales vía WhatsApp.