En una operación coordinada que refleja el compromiso de las fuerzas armadas mexicanas con la seguridad nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aseguró una aeronave cargada con más de media tonelada de cocaína en Oaxaca. Este contundente golpe al narcotráfico, llevado a cabo el 19 de octubre, fue resultado de un despliegue aéreo en el que participaron tres aviones de la Fuerza Aérea Mexicana y dos helicópteros, poniendo en marcha uno de los operativos más destacados en la lucha contra el crimen organizado.
La Sedena informó, mediante un comunicado oficial, que esta acción forma parte de la Ley de Protección del Espacio Aéreo Mexicano y del Plan de Seguridad de los 100 días, una estrategia clave implementada para frenar las actividades ilícitas que amenazan la estabilidad del país. El operativo se puso en marcha tras recibir un informe sobre una aeronave sospechosa que sobrevolaba en dirección al territorio mexicano, lo que activó los protocolos de seguridad aérea.
«No permitiremos que los narcotraficantes utilicen nuestro espacio aéreo para sus actividades ilícitas,» declaró un portavoz de la Sedena. «Este operativo es una muestra clara de que las fuerzas armadas están alerta y preparadas para responder con eficacia ante cualquier amenaza».
La operación comenzó cuando tres aeronaves de ala fija y un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana despegaron para interceptar la aeronave sospechosa. De manera paralela, un helicóptero adicional, transportando a una fuerza de reacción del Ejército mexicano, también fue desplegado desde una base militar cercana. La rápida respuesta permitió localizar la avioneta tipo Cessna 210, que había aterrizado a 16 kilómetros al suroeste de San Francisco Ixhuatán, Oaxaca.
Al inspeccionar la aeronave, las autoridades descubrieron 13 paquetes con un peso aproximado de 40 kilogramos cada uno, conteniendo una sustancia con características propias de la cocaína. Los paquetes, que en total sumaban más de media tonelada de droga, fueron inmediatamente asegurados y puestos a disposición de las autoridades competentes para realizar las investigaciones correspondientes y confirmar la autenticidad de la sustancia.
Este aseguramiento es solo el más reciente de una serie de operativos exitosos realizados por las fuerzas armadas mexicanas para combatir el narcotráfico. Hace apenas unos días, la Secretaría de Marina (Semar) incautó 8.3 toneladas de droga en un operativo marítimo al suroeste del puerto de Lázaro Cárdenas, Michoacán, marcando un récord en la historia de las fuerzas armadas.
En esta operación marítima, fueron detenidas 23 personas que transportaban la droga en cinco embarcaciones menores y un semisumergible. Aunque la Semar no detalló de qué tipo de droga se trataba, se informó que el valor total del decomiso ascendía a aproximadamente 2 mil 99 millones de pesos, sumando así un éxito más a la estrategia nacional de combate al narcotráfico.
«Estos resultados son una muestra del trabajo conjunto entre las diferentes fuerzas de seguridad en México», afirmó un analista de seguridad nacional. «Es una clara señal de que, aunque el narcotráfico sigue siendo un desafío enorme, las autoridades están tomando acciones decisivas para detenerlo.»
Con estos operativos, México envía un mensaje claro a los grupos delictivos: no habrá espacio para el narcotráfico en el país. El aseguramiento de la aeronave en Oaxaca no solo representa un duro golpe a las finanzas del crimen organizado, sino también una reafirmación del compromiso del gobierno con la protección de los ciudadanos y el restablecimiento de la paz.
La guerra contra el narcotráfico sigue siendo una tarea titánica para las autoridades mexicanas, pero con cada incautación, con cada arresto y con cada operativo exitoso, se avanza un paso más hacia la recuperación de la seguridad y el bienestar de la nación. «No bajaremos la guardia», sentenció la Sedena en su comunicado, reiterando que el combate contra el narcotráfico es una prioridad inquebrantable.