Esta mañana, el Palacio Nacional se convirtió en el punto de encuentro entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el mandatario francés, Emmanuel Macron, en una jornada que busca fortalecer la relación económica y cultural entre ambos países. Sin acompañantes y con una agenda cargada de temas clave, los dos líderes protagonizaron un encuentro marcado por la formalidad, los símbolos y una intención clara: estrechar la cooperación entre México y Francia.
El encuentro comenzó poco antes de las 9:45 de la mañana, cuando Emmanuel Macron arribó al recinto histórico del Zócalo capitalino. En la explanada, Sheinbaum lo esperaba para darle la bienvenida oficial. Sin intercambio de palabras, ambos escucharon atentamente la entonación de los himnos nacionales de Francia y México, un gesto que marcó el inicio de una jornada diplomática que prometía avanzar en materia de economía, inversión y cultura.
Luego del acto protocolario, los mandatarios ingresaron a Palacio Nacional para mantener una reunión privada, la primera entre ambos desde que Sheinbaum asumió la Presidencia. La agenda contemplaba posteriormente una sesión de trabajo con sus respectivos gabinetes, seguida por un encuentro con empresarios de los dos países, y finalmente una conferencia de prensa conjunta para anunciar los resultados.
Entre los temas prioritarios destaca el fortalecimiento del intercambio económico y la posible devolución de piezas históricas mexicanas que forman parte del acervo francés, especialmente el Códice Borbónico, un manuscrito prehispánico de más de 14 metros de largo que data del siglo XV. Este documento, considerado una joya del arte mexica, se encuentra resguardado en París y ha sido motivo de conversaciones diplomáticas desde hace años.
La visita de Macron ocurre en un contexto complejo para su gobierno, marcado por tensiones internas, la búsqueda de estabilidad parlamentaria y recientes incidentes en el Museo del Louvre. Aun así, el mandatario francés mantiene su apuesta por reforzar lazos con América Latina, especialmente con México, país que ocupa el primer lugar como inversor latinoamericano en Francia.
Por parte del gobierno mexicano, el encuentro representa una oportunidad para atraer inversión extranjera, diversificar alianzas y consolidar una relación bilateral que va más allá del comercio. La reunión entre ambos mandatarios busca sentar las bases de una cooperación renovada que combine desarrollo económico con la recuperación de piezas culturales que forman parte del legado histórico de México.
Con esta visita oficial, México y Francia abren un nuevo capítulo de colaboración que no solo apunta al crecimiento económico, sino también a la protección del patrimonio y al fortalecimiento de la diplomacia cultural entre ambos países.