En distintas costas del país, 31 proyectos inmobiliarios quedaron temporalmente clausurados tras detectarse daños a ecosistemas protegidos. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) fue la encargada de realizar las inspecciones, en las que participaron autoridades estatales y federales con el objetivo de detener actividades que afectaban manglares, humedales, dunas y zonas federales marítimo-terrestres.
Las revisiones se llevaron a cabo en 14 estados, donde los desarrollos fueron sancionados por operar sin permisos o por incumplir con la legislación ambiental. Desde Baja California hasta Yucatán, los inspectores documentaron impactos en zonas naturales que cumplen funciones clave para la biodiversidad y la protección costera.
En el norte del país, Baja California registró la clausura de un predio en Ensenada por abrir un camino hacia una zona de aprovechamiento de materiales pétreos, lo que afectó 1.5 hectáreas de matorral rosetófilo. En Baja California Sur, tres predios en el municipio de La Paz fueron detenidos por realizar obras y cambios de uso de suelo sin las autorizaciones correspondientes en ecosistemas costeros.
Más hacia el Golfo de México, en Campeche, dentro del Área de Protección de Flora y Fauna Laguna de Términos, se intervinieron tres obras que rellenaban zonas de manglar y construían plataformas sobre terrenos ganados al mar. Estas acciones pusieron en riesgo uno de los ecosistemas más importantes de la región, considerado un refugio natural para diversas especies.
En Guerrero, los operativos se coordinaron con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp). Se retiraron 10 estructuras habitacionales dentro del Parque Nacional El Veladero, liberando áreas que habían sido invadidas dentro del polígono protegido. Además, se clausuró un predio por realizar actividades en la ribera del río Feliciano sin autorización ambiental.
En Michoacán, se inspeccionaron 13 obras en playas como Tortuga, Carrizalillo, Eréndira y Azul. Siete de ellas fueron clausuradas por realizar rellenos y construcciones dentro de ecosistemas costeros sin permisos. En Nayarit, dos predios en Bahía de Banderas fueron cerrados tras detectarse rellenos en humedales.
En el Pacífico sur, Oaxaca también fue escenario de operativos en Santa María Huatulco y San Pedro Pochutla. Allí se aplicaron tres clausuras totales y parciales a desarrollos turísticos que modificaron el uso de suelo y afectaron selvas bajas caducifolias y vegetación costera.
Con estas acciones, las autoridades ambientales refuerzan la vigilancia en regiones costeras del país para prevenir daños a zonas de alta riqueza natural. Las clausuras buscan frenar el avance de proyectos que, sin planificación ni permisos, amenazan con alterar el equilibrio ecológico de los ecosistemas que protegen las costas mexicanas.