A tan solo ocho días de las elecciones del 5 de noviembre, los estados de Oregon y Washington enfrentan una situación alarmante: dos urnas de voto anticipado fueron incendiadas, poniendo en riesgo cientos de boletas.
Las autoridades locales, aunque se encuentran en alerta, aún no han identificado a los responsables ni confirmado si ambos incidentes están relacionados, lo que aumenta la tensión en un periodo electoral ya de por sí polarizado.
El primer incidente ocurrió en Portland, Oregon, donde la Policía informó sobre el hallazgo de un dispositivo incendiario dentro de una urna electoral ubicada en la acera del distrito de Central City. «Solo tres boletas sufrieron daños y el Departamento de Elecciones se pondrá en contacto con esos votantes para entregarles papeletas de reemplazo», indicó Tim Scott, director electoral del condado de Multnomah. A pesar de que las afectaciones en este caso fueron limitadas, el suceso ha encendido las alarmas entre los votantes y las autoridades.
Unas horas después, otro incidente similar sacudió a Vancouver, en el vecino estado de Washington. La Policía Metropolitana informó que una urna electoral estaba en llamas, mientras decenas de boletas, algunas ya destruidas por el fuego, permanecían en el interior. Las imágenes difundidas en redes sociales muestran a agentes intentando sofocar el incendio y rescatar los votos, aunque aún se desconoce el número total de boletas dañadas.
Estos ataques a las urnas de voto anticipado han generado una ola de preocupación entre los ciudadanos y activistas, que exigen medidas para garantizar la integridad del proceso electoral. Las autoridades de ambos estados han intensificado las investigaciones, pero hasta ahora no han logrado establecer si los dos incendios están conectados ni han realizado arrestos en relación con estos hechos.
Este tipo de incidentes no es inédito. En Phoenix, Arizona, el 24 de octubre, dos personas fueron detenidas por prender fuego a un buzón de boletas de voto anticipado. En Arizona, el condado de Maricopa es considerado un punto crucial para las elecciones, y cualquier intento de sabotaje electoral en esta región genera un impacto significativo en el escenario político. La competencia entre la candidata demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump es especialmente reñida en este estado clave.
La quema de boletas ha encendido el debate sobre la seguridad del voto anticipado en Estados Unidos. La directora de elecciones en Washington, Sarah Andrews, declaró: “Nuestro sistema democrático depende de la confianza y la participación ciudadana. Estos actos de vandalismo no solo afectan las boletas, afectan la fe en el sistema”. Para garantizar la protección de las boletas restantes, las autoridades locales están reforzando las medidas de seguridad alrededor de las urnas y buscando alternativas para evitar futuros incidentes.
La comunidad local ha respondido con una mezcla de indignación y solidaridad, y grupos de voluntarios han organizado patrullas vecinales para vigilar las urnas en algunas zonas. “No dejaremos que estos ataques nos silencien. Cada voto cuenta, y estamos comprometidos a que todos puedan ejercer su derecho”, comentó Tom Baker, un residente de Vancouver que ha organizado patrullas en su comunidad.
A pocos días de una de las elecciones más observadas en Estados Unidos, los incidentes en Oregon, Washington y Arizona son un recordatorio de los desafíos que enfrenta la democracia en tiempos de polarización. En un contexto de alta participación, el mensaje de las autoridades es claro: cada boleta cuenta y las instituciones se encuentran firmes en su compromiso de proteger el proceso electoral.