En el municipio de Ángel Albino Corzo, Chiapas, al menos 200 pobladores mantienen retenidos a 40 militares y 10 policías estatales desde el viernes pasado. Los manifestantes exigen que las fuerzas de seguridad sean reubicadas fuera de la zona urbana, argumentando que el crimen organizado está detrás de estas movilizaciones.
Los bloqueos instalados en puntos estratégicos, como la salida a la colonia San Nicolás y la caseta policial sobre la carretera a Tuxtla Gutiérrez, han interrumpido completamente la movilidad en la cabecera municipal. Los pobladores, provenientes de comunidades de la sierra, también marcharon hacia el cuartel militar para solicitar la salida de las fuerzas armadas.
De acuerdo con el medio local Chiapas Paralelo, los líderes de la protesta señalaron que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel Chiapas Guatemala buscan forzar la retirada de los uniformados para operar libremente en la región.
Las manifestaciones comenzaron el jueves por la noche y escalaron rápidamente con la llegada de decenas de camionetas cargadas con habitantes de localidades vecinas. Esto ha generado un ambiente de incertidumbre en Jaltenango de la Paz, donde actividades como el comercio y el transporte público están paralizadas.
Hasta ahora, ni el gobierno estatal ni las autoridades federales han intervenido o emitido pronunciamientos oficiales sobre la situación. Mientras tanto, los militares retenidos permanecen en estado de alerta a la espera de una resolución.
La falta de mediación y el clima de tensión han incrementado la preocupación en la región, que enfrenta los efectos de esta crisis de seguridad.