Trump activa castigo comercial: aranceles del 50% al cobre y represalia directa contra Brasil

Trump activa castigo comercial: aranceles del 50% al cobre y represalia directa contra Brasil

A partir del 1 de agosto, Estados Unidos aplicará un arancel del 50% a una gama de productos semiacabados y derivados del cobre, como parte de una acción ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump. La medida se basa en una investigación bajo la Sección 232, que justifica la imposición de aranceles por razones de seguridad nacional.

El anuncio fue confirmado por la Casa Blanca, donde también se detalló que esta carga tributaria no afectará a la chatarra de cobre ni a insumos esenciales como minerales, concentrados, matas, cátodos o ánodos. Paralelamente, la proclamación exige que al menos el 25% de la chatarra de cobre de alta calidad producida dentro de EE.UU. se comercialice internamente, en un intento por fortalecer la industria nacional.

En un giro que combina intereses económicos con tensiones políticas, la administración Trump también oficializó un arancel adicional del 50% sobre productos provenientes de Brasil, en lo que se presenta como una medida de represalia por lo que el gobierno estadounidense describe como “violaciones graves de derechos humanos” en contra del exmandatario Jair Bolsonaro y sus seguidores.

Este nuevo arancel se suma al impuesto aduanero del 10% anunciado por Trump el 2 de abril. El pasado 9 de julio, el presidente ya había advertido al gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, mediante una carta formal, sobre la inminente entrada en vigor de una penalización comercial mayor, que ahora se confirma.

La administración estadounidense acusa a miembros del gobierno brasileño de ejercer presión política sobre empresas norteamericanas con operaciones en Brasil, obligándolas a censurar discursos, expulsar usuarios, entregar datos confidenciales y modificar sus políticas internas, lo que Washington califica como medidas “tiránicas y arbitrarias”.

En respuesta, Lula da Silva reafirmó la soberanía brasileña y rechazó ceder ante presiones extranjeras. En declaraciones al New York Times, afirmó que Brasil no negociará como si fuera un país pequeño y subrayó que el poderío económico o militar de Estados Unidos no lo intimida, aunque sí lo preocupa.

El mandatario brasileño también defendió la integridad del sistema judicial de su país y reafirmó su compromiso con la democracia, asegurando que Brasil “no quiere más dictaduras”, en referencia a su historia política reciente.

En un movimiento paralelo, la Casa Blanca anunció que a partir del 29 de agosto se suspenderá la excepción arancelaria para envíos comerciales de bajo valor a nivel global, como parte de una estrategia más amplia de protección económica e influencia política.

Con esta serie de medidas, Trump refuerza su política de proteccionismo comercial y presiona a gobiernos extranjeros con quienes mantiene fricciones diplomáticas, utilizando los aranceles como instrumento de castigo político y económico.

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