Trump reafirma su postura en el Congreso en su nuevo rumbo: Solo estamos comenzando

Trump reafirma su postura en el Congreso en su nuevo rumbo: Solo estamos comenzando

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se dirigió al Congreso en un discurso cargado de declaraciones ambiciosas y promesas de cambio. En un tono triunfalista, Trump destacó sus logros en las primeras semanas de su nueva administración, defendiendo medidas en política exterior, economía e inmigración, al tiempo que reiteró su compromiso con un Estados Unidos más fuerte y autónomo.

Trump inició su intervención proclamando el inicio de una «Edad de Oro» para el país. Aseguró que su administración ha logrado más en 43 días que muchas anteriores en varios años, destacando una serie de decretos y medidas ejecutivas con las que, según él, busca restaurar la seguridad, la estabilidad económica y el liderazgo global de Estados Unidos.

El presidente abordó la política exterior con declaraciones controvertidas. Anunció haber recibido una carta del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la que supuestamente mostraba su disposición a negociar la paz, aunque el contenido del mensaje coincidía con un tuit previo del mandatario ucraniano. Trump también hizo alusión a la guerra en Ucrania, asegurando que está trabajando en negociaciones tanto con Kiev como con Moscú para poner fin al conflicto.

En un tono expansionista, Trump reivindicó el control sobre el Canal de Panamá y expresó su deseo de adquirir Groenlandia, afirmando que su gobierno trabajará para lograrlo de «una u otra forma».

El discurso del presidente incluyó anuncios sobre política económica, enfatizando su intención de reducir impuestos y combatir la inflación. Sin embargo, algunas de sus declaraciones fueron cuestionadas, como su afirmación de haber heredado una «catástrofe económica» cuando en realidad la economía mostraba un crecimiento estable antes de su llegada.

Trump insistió en su estrategia de imponer aranceles a países como México y Canadá, asegurando que esto generará ingresos para Estados Unidos y protegerá la industria local. También mencionó un ambicioso proyecto de gasoducto en Alaska, con la participación de Japón y Corea del Sur, y prometió incentivar la producción de minerales críticos y tierras raras dentro del país.

Uno de los puntos más polémicos del discurso fue la política migratoria. Trump destacó la disminución en el número de cruces ilegales y reiteró su compromiso con una política de deportaciones masivas. Solicitó al Congreso fondos para llevar a cabo la «mayor operación de deportación de la historia» y defendió sus medidas restrictivas como esenciales para la seguridad nacional.

Fiel a su estilo, Trump aprovechó la ocasión para criticar a su predecesor, Joe Biden, a quien culpó de una crisis económica e inflacionaria sin precedentes. También insistió en que su administración ha tomado medidas decisivas en áreas como la regulación energética, la desregulación empresarial y la reducción de la burocracia federal.

El discurso, que se extendió por más de una hora y 40 minutos, estuvo marcado por el apoyo de los republicanos y la oposición de los demócratas, reflejando la alta polarización política del país. Con su característico tono desafiante, Trump cerró su intervención asegurando que su administración «solo está comenzando» y que los cambios en marcha marcarán una transformación profunda en la historia de Estados Unidos.

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