La tarde del viernes 21 de febrero, un tiroteo en una oficina estatal de licencias de conducir en Louisville, Kentucky, dejó un saldo de tres personas muertas. Las autoridades locales informaron que el ataque ocurrió alrededor del mediodía, cuando los agentes de policía llegaron al lugar y encontraron a una persona fallecida y a otras dos heridas de gravedad. Estas últimas fueron trasladadas de inmediato a un hospital, donde posteriormente perdieron la vida.
El oficial Donald Boeckman, del Departamento de Policía Metropolitana de Louisville, confirmó que las víctimas eran un hombre y dos mujeres. Hasta el momento, no se ha determinado si existía alguna relación entre ellas. Además, indicó que los responsables del ataque huyeron en un vehículo, aunque la policía aún no ha podido proporcionar una descripción precisa del automóvil. Las investigaciones continúan en curso, incluyendo la revisión de las cámaras de seguridad del establecimiento.
Las autoridades han asegurado que no hay una amenaza continua para la comunidad, pero el hecho ha generado gran preocupación entre los habitantes de Louisville. «Es absolutamente una tragedia y me sorprende que no haya más personas heridas», expresó Boeckman.
Este incidente se suma a una serie de hechos violentos que han afectado a diversas ciudades en Estados Unidos, lo que reaviva el debate sobre la seguridad en espacios públicos. La policía hace un llamado a la comunidad para que brinden cualquier información que pueda ayudar a identificar y localizar a los responsables. Las investigaciones continúan y se espera que en los próximos días se den a conocer más detalles sobre el caso.