En un trágico y violento intento de asalto a una sucursal de Banco Azteca en Copainalá, Chiapas, el gerente de la sucursal, Abraham González, perdió la vida, y un trabajador resultó gravemente herido. Los hechos ocurrieron el sábado 26 de octubre, cuando un grupo de individuos armados irrumpió en el establecimiento con la intención de asaltar la sucursal. La rápida escalada de violencia dejó a la comunidad consternada y a las autoridades bajo presión para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Banco Azteca, mediante un comunicado, condenó enérgicamente el ataque, calificándolo como un “acto de barbarie” que deja una profunda herida en su organización y entre sus empleados. “Actos inhumanos y sin sentido como este nos obligan a exigir un trabajo transparente y puntual de las autoridades responsables de investigar, esclarecer el caso y buscar a los asesinos”, manifestó la empresa en su comunicado, dejando clara su postura contra la violencia que ha azotado el país en diferentes ámbitos y entornos.
La empresa enfatizó su rechazo a la normalización de la violencia, exhortando a las autoridades a tomar “las medidas necesarias” para prevenir que eventos de esta naturaleza se repitan. Banco Azteca dejó claro que agotará “cada instancia disponible” hasta que se haga justicia para Abraham González y se asegure la tranquilidad de sus colaboradores. Este mensaje de firmeza y solidaridad resonó en la comunidad, afectada por la tragedia y la inseguridad que empañan el quehacer diario de sus ciudadanos.
En el mismo comunicado, el banco extendió su apoyo y solidaridad a los familiares de Abraham González, a quienes describió como víctimas de un acto “inhumano y sin sentido” que cobra aún más relevancia en un contexto de creciente violencia en la región. Grupo Salinas, matriz de Banco Azteca, también se unió a la condena de estos sucesos, expresando su solidaridad con la familia del gerente y sumándose al llamado de justicia.
Este asalto en Copainalá se suma a una serie de eventos violentos que han encendido las alarmas en Chiapas en los últimos días. Apenas esta semana, en otro caso que acaparó la atención pública, elementos de la Fiscalía General del Estado abrieron fuego contra trabajadoras del Poder Judicial de la Federación en Tuxtla Gutiérrez, sumando a la tensión que vive el estado por la violencia y la creciente preocupación de los habitantes y trabajadores de la región.
La inseguridad que amenaza a los trabajadores de diversas áreas, desde el ámbito judicial hasta el financiero, ha generado inquietud en la sociedad, que exige medidas inmediatas y efectivas para frenar la impunidad. En palabras de uno de los voceros de Banco Azteca, “nadie debería temer por su seguridad al realizar su trabajo”; una declaración que refleja el sentimiento de frustración y miedo que embarga a muchos mexicanos en un clima de violencia desbordada.
Las autoridades locales aún no han emitido un informe oficial sobre los avances en la investigación del asalto a Banco Azteca en Copainalá. Sin embargo, el llamado de Banco Azteca y Grupo Salinas exige que los responsables de este brutal crimen sean capturados y se lleve a cabo una investigación exhaustiva y transparente. La expectativa de los familiares, colegas y amigos de Abraham González, así como de toda la comunidad, es que este hecho no quede en la impunidad y se tomen las acciones necesarias para evitar futuras tragedias.