Una situación inusual se vivió en el cielo de la capital este lunes. Un avión de la aerolínea Delta realizó un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) debido a una supuesta falla técnica. Sin provocar afectaciones mayores, la maniobra concluyó con éxito, y las autoridades confirmaron que no se registraron daños materiales ni personas lesionadas.
El AICM informó del incidente a través de sus redes sociales mediante un comunicado breve. En el mensaje se puntualizó que el aterrizaje ocurrió sin contratiempos, subrayando que los protocolos de emergencia fueron activados de forma inmediata, garantizando la seguridad de todos a bordo.
Imágenes y reportes en redes sociales mostraron la presencia de vehículos de emergencia rodeando la aeronave una vez que ésta tocó tierra. Las unidades de apoyo se posicionaron alrededor del avión como parte del procedimiento preventivo, aunque no fue necesaria su intervención directa.
Testigos virtuales del suceso compartieron que la aeronave parecía mantenerse en el espacio aéreo dando vueltas antes de su descenso. Estas maniobras son parte del protocolo cuando se presenta una posible falla técnica, permitiendo a los pilotos tomar tiempo para realizar una aproximación controlada.
Hasta el momento, la aerolínea Delta no ha emitido una postura oficial ni detalles sobre la causa específica del incidente. Tampoco se ha informado sobre afectaciones a otros vuelos o pasajeros que pudieran haber experimentado retrasos debido a la atención prioritaria que recibió este aterrizaje.
Este evento trae a la memoria otros episodios recientes ocurridos en el AICM. En 2023, dos aeronaves sufrieron un percance mientras se encontraban en tierra, específicamente entre las calles de rodaje B y D. En aquella ocasión, el ala de un avión impactó con el estabilizador horizontal de otro. A pesar del incidente, tampoco se reportaron personas lesionadas.
Los aterrizajes de emergencia, aunque poco frecuentes, forman parte del abanico de situaciones previstas en la aviación comercial. El entrenamiento constante de las tripulaciones y la coordinación con los aeropuertos permiten actuar con rapidez y eficacia para mantener la seguridad como prioridad absoluta.
El caso de este vuelo de Delta refuerza la confianza en los protocolos de emergencia y en la capacidad operativa del AICM, que respondió con precisión y sin generar caos. Una jornada de tensión controlada que termina sin consecuencias graves y con un mensaje claro: cada segundo cuenta, y la preparación marca la diferencia.