El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, declaró este jueves que no aceptará ningún acuerdo para poner fin a la guerra si no se cuenta con la participación de su país en las negociaciones. Esto lo afirmó tras conocerse que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, tuvieron una conversación en la que discutieron posibles negociaciones para terminar el conflicto.
Ante estas declaraciones, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que Ucrania «por supuesto hará parte de las negociaciones de una manera u otra». Explicó que habrá dos canales de diálogo: uno bilateral entre Rusia y Estados Unidos y otro en el que Ucrania también participará. Esta información fue reportada por la agencia de noticias rusa TASS.
Según el corresponsal de la BBC en Rusia, Steve Rosenberg, el hecho de que Moscú haya abierto una negociación directa con Washington es una victoria diplomática para Putin. Desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, Putin ha estado aislado de la comunidad internacional y bajo sanciones económicas.
Zelensky insistió en que “no se puede hablar de Ucrania sin Ucrania” y que Europa también debe ser parte de las negociaciones. Agregó que su conversación con Trump, que duró más de una hora, fue «significativa» y que ambos discutieron los próximos pasos para detener la agresión rusa y lograr una paz duradera. Por su parte, Trump describió el diálogo como «muy bueno» y aseguró que tanto él como Putin quieren poner fin a la guerra.
Mientras tanto, Ucrania y Estados Unidos mantienen conversaciones sobre un acuerdo en el que Ucrania vendería minerales de tierras raras a cambio de apoyo militar estadounidense. Además, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, señaló que la alianza respalda un plan de defensa robusto para Ucrania y destacó la necesidad de un mayor gasto militar por parte de los países miembros.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, pidió a los países de la OTAN aumentar sus contribuciones y reiteró que la prioridad de Trump es lograr un «final diplomático y pacífico» para la guerra lo antes posible. Sin embargo, Trump ha enfatizado que el apoyo financiero a Ucrania debería provenir principalmente de Europa y no de Estados Unidos.
En este contexto, la OTAN aprobó un paquete de ayuda militar de 51.000 millones de dólares para Ucrania, del cual el 60% proviene de Europa y Canadá. Rutte destacó que este es un «símbolo claro» de que los países europeos están asumiendo una mayor responsabilidad, tal como lo ha solicitado Trump.