Durante el sexenio que concluye el próximo 1 de octubre, el número de escuelas particulares en México disminuyó un 9%, lo que equivale a 4,217 planteles cerrados, según datos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) dirigida por Leticia Ramírez Amaya.
María Teresa Gutiérrez, directora de Monitoreo de Indicadores en Mexicanos Primero, explicó que el cierre de estas escuelas se debe principalmente a la precarización económica de las familias, quienes priorizan necesidades básicas sobre el pago de colegiaturas. Gutiérrez también señaló que la pandemia llevó a muchos padres a optar por no pagar la educación a distancia, contribuyendo al cierre de colegios privados.
Los datos de la SEP muestran que la mayor reducción ocurrió en el nivel preescolar, con una caída del 11.1%, pasando de 15,226 planteles en el ciclo escolar 2019-2020 a 13,522 en 2022-2023. La educación inicial y primaria también experimentaron disminuciones, mientras que en secundaria hubo un ligero aumento en el número de escuelas.
Gutiérrez subrayó que el cierre de escuelas particulares no ha sido compensado con la creación de más escuelas públicas, lo que pone presión sobre el sistema educativo público. Aclaró que las escuelas particulares no solo atienden a un sector privilegiado, sino que cubren una oferta educativa que las escuelas públicas no han podido satisfacer, especialmente en el nivel preescolar.
Daniel Hernández, profesor-investigador del Tec de Monterrey, destacó la importancia de las escuelas privadas en los distintos niveles educativos. Señaló que, aunque la educación privada representa alrededor del 15% hasta la educación media superior, en educación superior su presencia es mucho mayor, con un 34.4% de la matrícula universitaria en instituciones privadas antes de la pandemia. Después del distanciamiento social, la matrícula universitaria aumentó modestamente, impulsada en mayor medida por la educación privada.
Alejandra Luna Guzmán, académica de la Universidad Iberoamericana, afirmó que la educación particular cumple una función social y pública, complementando el derecho a la educación. Durante la pandemia, muchas pequeñas escuelas privadas, operando casi como microempresas, no pudieron sostenerse y cerraron, lo que afectó a muchas comunidades.
La reducción de escuelas privadas impacta el derecho a la educación, limitando la capacidad de las familias para elegir una educación que se alinee con sus ideales y necesidades específicas.