El regreso silencioso del sarampión: Advierte la UNAM con una alerta que nadie debería ignorar

El regreso silencioso del sarampión: Advierte la UNAM con una alerta que nadie debería ignorar

El sarampión, una enfermedad que parecía relegada al pasado, reaparece con fuerza en México y el mundo. Según la UNAM, este regreso es consecuencia directa de una preocupante caída en las tasas de vacunación.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2022, solo el 70% de la población mexicana cuenta con la vacuna contra el sarampión, muy lejos del 95% necesario para alcanzar la inmunidad de rebaño. La pandemia de COVID-19 desvió recursos y atención sanitaria, dejando a la población pediátrica vulnerable, explicó Susana López Charretón, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM.

La situación se agrava por factores como la migración, conflictos bélicos y movimientos antivacunas, que promueven desinformación sobre los efectos de los inmunológicos. Estos grupos, presentes en Asia, Europa y América, afirman sin fundamento que las vacunas causan daño o no son necesarias.

“El problema de haber bajado la cobertura de vacunación es que hay mucha más población susceptible de infectarse. Si una persona contagiada llega a un entorno con gente no vacunada, el virus avanza rápidamente. Pero con una alta cobertura de vacunación, esos brotes se apagan”, explicó López Charretón.

El sarampión no es una enfermedad menor. Puede causar complicaciones graves como encefalitis, ceguera y sordera, y cobra la vida de uno de cada mil niños infectados. Altamente contagioso, una persona puede transmitirlo a 10 o incluso 15 más.

Por ello, las especialistas de la UNAM hacen un llamado a los padres a completar los esquemas de vacunación de sus hijos, especialmente aquellos interrumpidos durante la emergencia sanitaria. La vacuna contra el sarampión es efectiva y, con el esquema completo, proporciona inmunidad de por vida.

“Es más peligroso no vacunarse que hacerlo”, afirmó López Charretón, desmintiendo las fake news que circulan en redes sociales. También subrayó la responsabilidad colectiva: una decisión personal de no vacunar puede poner en riesgo a personas inmunodeficientes, adultos mayores o niños pequeños que no han podido recibir la vacuna.

El sarampión se caracteriza por fiebre, tos, ojos llorosos, manchas blancas en el interior de las mejillas y erupciones en todo el cuerpo. Aunque ingresa principalmente por las vías respiratorias, afecta al sistema inmune en pocos días, diseminándose por todo el organismo.

Con más de 40 años de efectividad comprobada, la vacuna contra el sarampión sigue siendo nuestra mejor defensa. Reforzar la vacunación no es solo un acto de protección individual, sino un compromiso con la salud pública.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *