La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, ha dado un paso más en su consolidación como una figura clave en la política internacional tras reunirse con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su residencia de Mar-a-Lago, Florida. Según integrantes de su partido, Hermanos de Italia, este encuentro refuerza la posición de Meloni como una interlocutora privilegiada en Europa para la futura administración estadounidense.
El diputado Emanuele Loperfido describió la reunión como un reflejo del prestigio internacional alcanzado por la líder italiana. Meloni fue recibida con honores en un evento que contó con miembros destacados del equipo que acompañará a Trump en los próximos años. «Se confirma como una de las figuras más relevantes de Europa en el panorama global», expresó Loperfido.
En la reunión, Trump no escatimó elogios hacia Meloni, destacando su liderazgo en Italia y su capacidad para posicionar al país como un actor clave en la arena internacional. Las imágenes del evento mostraban a ambos líderes conversando cordialmente en un ambiente adornado con motivos navideños, una estampa que muchos interpretan como un símbolo del fortalecimiento de la relación entre Italia y Estados Unidos.
La visita de Meloni no solo buscó afianzar lazos diplomáticos. Según informes, la primera ministra abordó el caso de la periodista italiana Cecilia Sala, detenida en Irán, una situación vinculada al arresto en Italia del ingeniero iraní Mohammad Abedini. Este último es requerido por Estados Unidos por su presunta participación en la provisión de componentes para drones a la Guardia Revolucionaria iraní.
El encuentro también fue escenario de contactos estratégicos con figuras clave de la próxima administración de Trump, como el senador Marco Rubio, nominado secretario de Estado, y el congresista Mike Waltz, próximo asesor de seguridad nacional. Estos intercambios subrayan la intención de Meloni de fortalecer alianzas más allá de lo simbólico.
Analistas destacan que Meloni busca posicionarse como una líder europea de referencia en la política exterior de Trump. Antes de ella, solo mandatarios como Viktor Orbán, Justin Trudeau y Javier Milei habían sido invitados a Mar-a-Lago, lo que subraya la exclusividad de este acercamiento.
Este movimiento refuerza el protagonismo de Italia bajo el liderazgo de Meloni, desafiando las predicciones de aislamiento que algunos proyectaron al inicio de su gobierno. Con cada paso en el escenario internacional, Meloni parece decidida a consolidar su lugar en la historia como una figura central en la política global.