Mexicana de Aviación, la histórica aerolínea que resurgió bajo la administración de la Secretaría de la Defensa Nacional en 2023, enfrenta su primera gran sacudida desde su regreso. A partir del 6 de enero de 2025, dejará de operar en ocho rutas nacionales clave: Acapulco, Campeche, Guadalajara, Ixtapa, Nuevo Laredo, Puerto Vallarta, Uruapan y Villahermosa.
Esta decisión, que ha tomado por sorpresa a muchos, llega apenas un año después de su retorno al cielo. Aunque Mexicana no ha emitido una explicación detallada, expertos apuntan a que la cancelación podría responder a retos financieros y operativos. Las rutas de baja demanda representan un costo significativo para una aerolínea que aún se encuentra en expansión y compite en un mercado dominado por gigantes como Volaris, Viva Aerobus y Aeroméxico.
El impacto de esta medida no solo afecta a los pasajeros con boletos ya comprados, sino también a los destinos involucrados. Lugares como Acapulco y Puerto Vallarta, altamente dependientes del turismo, podrían enfrentar un golpe a su conectividad. Sin alternativas claras, los viajeros frecuentes temen que el acceso a estos puntos clave se complique.
En redes sociales, las reacciones no se hicieron esperar. Usuarios han expresado su descontento, señalando falta de claridad en los motivos y cuestionando la gestión de la aerolínea. Mexicana, por su parte, ha prometido reacomodar a los afectados o procesar reembolsos, aunque sin brindar detalles específicos del proceso.
Detrás de esta turbulencia podría haber una estrategia más amplia. Fuentes cercanas a la industria sugieren que la aerolínea busca priorizar rutas con mayor demanda y rentabilidad, mientras diversifica sus operaciones hacia otros segmentos como el transporte de carga. Este enfoque podría representar una oportunidad para Mexicana, pero también un desafío para equilibrar expectativas y resultados.
El director de la aerolínea, Leobardo Ávila, ha planteado que estas medidas son parte de un plan a largo plazo. Sin embargo, la falta de comunicación precisa genera incertidumbre sobre la estabilidad de la empresa. Como aerolínea operada por el gobierno, el público espera altos niveles de responsabilidad y transparencia en cada paso.
A pesar de este difícil comienzo, Mexicana de Aviación todavía tiene la oportunidad de recuperar la confianza de sus pasajeros y consolidarse en un mercado tan competitivo como el mexicano. Su éxito dependerá de su capacidad para adaptarse a los cambios y mantener una comunicación abierta con los usuarios, quienes siguen atentos a cada movimiento.