Jack Schlossberg, nieto del expresidente John F. Kennedy, anunció su candidatura para ocupar el escaño en la Cámara de Representantes que dejará vacante el demócrata Jerrold Nadler. A sus 32 años, el joven abogado se convierte en el primer descendiente directo de JFK en competir por un cargo de elección popular, marcando un nuevo capítulo en la historia política de una de las familias más emblemáticas de Estados Unidos.
El anuncio lo hizo público a través de un video difundido en redes sociales, donde se presentó como parte de una “nueva generación demócrata” decidida a impulsar cambios sociales y económicos en un momento que considera decisivo para el país. La contienda se llevará a cabo en el distrito 12 de Nueva York, que abarca zonas emblemáticas como Union Square, Midtown y los vecindarios del Upper West y Upper East Side de Manhattan, una región conocida por su diversidad cultural y su peso político dentro del estado.
Schlossberg es hijo de Caroline Kennedy, exembajadora de Estados Unidos en Japón y actual embajadora en Australia, y la única hija sobreviviente del matrimonio entre John y Jackie Kennedy. Su incursión en la política retoma una tradición familiar que ha tenido presencia en el Congreso, el Senado y la Casa Blanca, con figuras como Robert y Ted Kennedy, hermanos del expresidente. Sin embargo, su candidatura representa un intento por adaptar el apellido Kennedy a los nuevos tiempos, con una visión más cercana a las problemáticas contemporáneas y a los votantes jóvenes.
En los últimos años, Schlossberg ha ganado visibilidad por su actividad en redes sociales, donde suma más de 800 mil seguidores en TikTok y supera los 170 mil en X. Desde esas plataformas ha abordado temas como el costo de vida, la educación y la desigualdad, además de criticar el papel de los republicanos en los cierres de gobierno y la concentración del poder en el Ejecutivo. Su presencia digital se ha convertido en uno de sus principales activos para conectar con las nuevas generaciones de votantes en una ciudad que combina tradición política y modernidad social.
La contienda por el distrito 12 será una de las más competidas en el ciclo electoral neoyorquino, con figuras como el asambleísta Micah Lasher, la excongresista Carolyn Maloney, los legisladores Alex Bores y Tony Simone, el concejal Erik Bottcher y el activista Cameron Kasky entre los aspirantes.
Aunque la familia Kennedy sigue siendo un símbolo de la política estadounidense, la postulación de Schlossberg busca ir más allá del peso del apellido. Su apuesta es renovar la narrativa del legado familiar, posicionándose como un político de su tiempo: conectado, progresista y con la mirada puesta en los desafíos sociales que definen la nueva era de la política en Estados Unidos.