El papa León XIV nombró al obispo francés Thibault Verny como nuevo presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, en un movimiento que marca una nueva etapa en la lucha de la Iglesia Católica contra el abuso sexual cometido por miembros del clero. El anuncio se hizo oficial el sábado, justo antes de que el pontífice iniciara su retiro de verano en el sur de Roma.
Thibault Verny, de 59 años y actual obispo de Chambéry, Francia, sustituye al cardenal estadounidense Sean O’Malley, quien fue el primer líder de esta comisión creada en 2014 por el papa Francisco. O’Malley, también arzobispo emérito de Boston, había sido un referente internacional en materia de protección infantil dentro de la Iglesia y desempeñó un papel crucial en momentos críticos del pontificado anterior.
Desde su fundación, la Comisión Pontificia para la Protección de Menores ha tenido una trayectoria compleja. Aunque nació con fuerza, su impacto inicial fue limitado, y algunas de sus propuestas, como la creación de un tribunal para juzgar a obispos encubridores, no llegaron a consolidarse. Sin embargo, en los últimos años, tras reformas internas y la incorporación de nuevos miembros, ha logrado fortalecerse como un espacio confiable donde se escucha a las víctimas y se asesora a la jerarquía eclesiástica sobre políticas efectivas contra el abuso.
Verny no es ajeno a estos desafíos. Desde 2022 forma parte de la comisión y también lidera el consejo de protección infantil de la conferencia episcopal de Francia. En ese país, la Iglesia ha enfrentado una de las crisis más graves por casos de abuso sexual. Un informe publicado en 2021 reveló que cerca de 330 mil menores fueron víctimas de abuso por parte de personal eclesiástico durante las últimas siete décadas. En respuesta, Verny ha encabezado auditorías anuales en los centros de atención a víctimas en instituciones católicas francesas.
El cardenal O’Malley celebró el nombramiento de su sucesor y reconoció su experiencia y compromiso con la justicia y la reparación. “Verny ha desarrollado una experiencia profunda ayudando a las víctimas y trabajando con las fuerzas del orden y las autoridades civiles para garantizar la rendición de cuentas por los graves fallos de la Iglesia en Francia”, afirmó.
En su mensaje de despedida, O’Malley también reconoció el liderazgo del papa León XIV por mantener la comisión como una prioridad desde el inicio de su pontificado. “Las palabras y acciones del Santo Padre en estos primeros meses aseguran al mundo que la Iglesia no se volverá complaciente”, destacó.
Por su parte, Verny agradeció la confianza depositada y calificó el trabajo de O’Malley como “una brújula moral” para la Iglesia. Reiteró su compromiso de continuar fortaleciendo la protección infantil y trabajar junto al equipo de la comisión para avanzar en una cultura eclesiástica más segura y transparente.