UE y México: prioridades y tensiones en la modernización de su acuerdo bilateral

UE y México: prioridades y tensiones en la modernización de su acuerdo bilateral

La Unión Europea (UE) mantiene firme su postura respecto a México: no reabrirá las negociaciones para actualizar el acuerdo comercial pactado hace más de cuatro años. A pesar de los cambios en el escenario global y la aparición de nuevas dinámicas, Bruselas busca avanzar con lo ya negociado para fortalecer la relación con su socio estratégico en América Latina.

Monika Solis, oficial para México del Servicio de Acción Exterior Europeo, explicó que volver a la mesa de negociaciones complicaría el proceso y podría llevarlo a un punto sin resolución. Según Solis, lo mejor es implementar las disposiciones ya acordadas, como los mecanismos de protección de inversiones, ampliación de reglas de origen y acceso a compras públicas, en lugar de continuar operando bajo un pacto que considera obsoleto.

“Si bien el acuerdo no es tan moderno como habría sido en 2020, cuando lo cerramos, sigue siendo mucho más avanzado que el de 2000, gracias a nuevas normas como la protección de inversiones. Negociar un texto completamente nuevo sería abrir una caja de Pandora. Por eso, creemos que es más práctico continuar con lo acordado y, en un futuro, considerar actualizaciones adicionales”, afirmó Solis.

La aprobación del acuerdo, que se concretó durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, sigue siendo una prioridad para la UE. Según la funcionaria, es posible que el pacto avance en las próximas semanas o meses. En este contexto, está previsto que la presidenta Claudia Sheinbaum sostenga su primera reunión con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, durante la cumbre del G20 en Río de Janeiro.

Sobre los retrasos en la firma del acuerdo, Solis señaló que estos se deben a imprevistos surgidos a lo largo del proceso, entre ellos cambios en la legislación energética de México, que siguen bajo revisión por parte de la UE para encontrar soluciones.

En un foro organizado por el Instituto Real de Relaciones Exteriores Egmont y la Fundación Universitaria Belga, Monika Solis destacó la necesidad de resolver temas pendientes antes de planear una cumbre bilateral en 2025, la primera desde 2016. Durante el evento, el embajador de México ante la UE, Rogelio Granguillhome, habló del nuevo panorama internacional y de los retos para México.

Lorena Ruano Gómez, profesora adjunta de la Universidad Carlos III de Madrid, describió la relación entre México y la UE como tensa y distante. Según Ruano, México y la UE han tomado caminos divergentes: mientras la Unión Europea ha sancionado a Rusia por la invasión a Ucrania y priorizado tecnologías verdes, México ha apostado por los combustibles fósiles y proyectos polémicos como el Tren Maya. Además, subrayó la confrontación derivada de la defensa europea de periodistas y derechos humanos frente a un gobierno mexicano crítico, así como la percepción negativa hacia España.

En el foro también se analizó el impacto que tendría el retorno de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, lo que, según Ruano, representaría un desafío significativo para México. «Pensar que negociar con Trump será más fácil en un segundo mandato es un error. Ahora llega con un equipo más preparado y mayor respaldo político», advirtió.

Por último, Solis resaltó que, aunque la UE observa con preocupación la reforma al Poder Judicial en México, su enfoque será esperar y mantener vigilancia sobre su independencia. «La democracia y el Estado de derecho son valores fundamentales en nuestra relación bilateral y seguirán siendo pilares en el Acuerdo Global”, concluyó.

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